Kyrgios se pone 'serio' para levantar su sexto título
Nick Kyrgios, que se ha metido en el bolsillo al público del torneo con sus locuras, algunas buenas y otras malas, venció en la final a Medvedev.
Nick Kyrgios ha revolucionado el circuito mundial de tenis, para bien y para mal. Casi nadie discute su talento, aunque muchos sí le afean su actitud, entre ellos algunos de sus compañeros más ilustres, como Rafa Nadal. Lo cierto es que entre unas cosas y otras podría decirse que el australiano es una rara avis que no deja indiferente a nadie y que entretiene, asombra y provoca rechazo a partes iguales.
Este domingo, Nick, un 'buenazo' fuera de las pistas que atiende diversas causas sociales, se puso serio para levantar el sexto título de una carrera que podría haberle ido mucho mejor si se hubiera centrado solamente en jugar. Lo hizo en el Citi Open de Washington y ante un rival duro y mucho más equilibrado que él, el ruso Daniil Medvedev, al que venció en dos desempates (7-6 (6) y 7-6 (4), después de una hora y 34 minutos de un partido más ordenado de lo esperado.
Este año ya ha ganado dos trofeos, ambos ATP 500 (se impuso en Acapulco tras eliminar a Nadal en octavos y derribar a Zverev en la final), pero ha naufragado en los Grand Slams, su asignatura pendiente junto con los Masters 1.000. En Australia cayó en primera ronda, no jugó en Roland Garros y se despidió en segunda de Wimbledon precisamente ante el balear, con quien mantiene cierta tensión dentro y fuera de la pista ("Ha perdido el camino", dijo Rafa).
En Washington hizo de todo. Desde tirarle una botella a un juez de silla, a protagonizar golpes increíbles, abrazar a una espectadora y ganar a Tsitsipas en semifinales tras pedirle consejo sobre el saque a un aficionado de la grada (volvió a hacerlo para vencer a Medvedev). Antes le había llevado un par de zapatillas al griego, entregadas a él por el padre de este. También tachó el nombre de Djokovic en la camiseta de un joven seguidor. Kyrgios va de sainete en sainete, de sanción en sanción y juguetea en las redes sociales.
Una de sus últimas pasadas fue atizar a Casper Ruud. "Jaja hermano, se trata de entretenimiento y tú, desafortunadamente, no lo das", le dijo cuando el noruego criticó que el ganador del videojuego Fornite ganara lo mismo que el del US Open. Días antes, 'golpeó' a Kukushkin por criticar su ya famoso saque por abajo: "No me hizo falta para ganarte". Su verborrea preocupa a leyendas como McEnroe, que le aprecia, pero no tolera "su falta de esfuerzo", lo que más se reprocha al díscolo aussie de 24 que este lunes sale como 27º del ranking mundial, tras una subida de 25 puestos.