El japonés Mochizuki deja sin título júnior a Carlos Gimeno

No pudo ser. Carlos Gimeno se quedó con la miel en los labios, a un solo paso de inscribir su nombre en la lista de campeones del tornero júnior de Wimbledon. El valenciano de 18 años y 1,90, se topó con un japonés, Shintaro Mochizuki, que va para figura, casi dos años menor que él (16) y 15 centímetros más bajo (1,75), pero con más rodaje en hierba y juego mentalmente muy sólido para su edad. Ganó por 6-3 y 6-2 en 61 minutos. No en vano era el cabeza de serie número 8. Carlos, que hizo un fantástico campeonato, estuvo cerca de reeditar los éxitos españoles de Manuel Orantes en 1967 y Alejandro Davidovich en 2017, pero quedará como finalista, igual que Javier Sánchez Vicario (1986) y Magüi Serna (1996). Y se llevó una gran ovación del público que casi llenó la pista 1 al tiempo que posaba para unos cuantos fotógrafos como un profesional junto al ganador antes de dar juntos una vuelta de honor. Un día inolvidable para él pese a la derrota.

El primer fue bastante desordenado, con seis quiebres, dos para Gimeno y tres para Mochizuki, que se adelantó con una forma muy inteligente de jugar, supliendo la falta de potencia de sus saques con ángulos que le permitían atacar con garantías con el segundo golpe; un revés curioso y recursos para cambiar el paso cuando le hacía falta. El juego del español fue algo más plano, muy confiado en su potente derecha y sufriendo para avanzar con el revés.

A Carlos le tocaba remontar, como en primera ronda, octavos y cuartos. Pero el partido se le puso muy cuesta arriba con otra rotura del nipón para ponerse con 3-1 y saque. Ya había amenazado antes al resto y se adelantó tras sufrir para sacar adelante su turno, lo que son las cosas. Luego se marcó un juego en blanco (4-1). Máxima presión para Gimeno, que buscó el break y no lo encontró. Mochizuki, una roca pese a su edad, aguantó con su carácter bravo y se llevó la victoria.

Gimeno: "He desaprovechado las oportunidades"

El español, tras su derrota en la final, repasó su actuación: "He empezado bien en el primer juego, luego vino el break y a partir de ahí he desaprovechado las oportunidades que he tenido. Jugaba bien puntos sueltos, pero luego hacía fallos tontos, los nervios han tenido que ver". Gimeno destacó la sensación de jugar en la Pista 1 del All England Club: "Nada más entrar ha sido una impresión muy fuerte, el ver a tanta gente. Nunca había jugado aquí, la sensación de la bola era diferente y no me ha dado tiempo a adaptarme".

Pese a haber perdido, el balance que hace del torneo es muy positivo: "La experiencia que he vivido ha sido increíble. Esto es un impulso para seguir confiando en mi juego y para seguir haciéndolo bien en el futuro". Para el joven tenista español, ser finalista del torneo no deja de ser una sorpresa: "Hace un mes esto era impensable, venía de unos meses complicados, no me estaban saliendo las cosas en los últimos torneos, pero llegué aquí y me adapté muy bien a la hierba".