El francés Okala y la griega Papamichail ganan en Getxo
El galo se impuso en la final al máximo favorito, Boluda, al que superó por un incontestable 6-4 y 6-1. La helena controló mejor los nervios ante la egipcia Samir.
El tenista francés Jules Okala y la griega Despina Papamichail se han proclamado esta mañana campeones del XXIX Torneo Internacional de Tenis de Getxo, que se ha celebrado desde el pasado lunes en el R.C. Jolaseta. Esta competición, dotada con 25.000 USD en premios, forma parte del ITF World Tennis Club y reparte puntos para las clasificaciones mundiales de ITF, ATP y WTA.
Jules Okala ha recibido de manos de Alfonso Gómez, presidente del R.C. Jolaseta, y Álvaro González, concejal de Deportes de Getxo, el trofeo Aixerrota, una réplica del molino del mismo nombre, que le acredita como vencedor en categoría individual masculina del torneo getxoztarra. El tenista de 21 años ha pasado como un huracán por las pistas de tierra batida del club Jolaseta. A su paso ha ido apartando a los rivales que se han cruzado en el camino sin darles opciones a sumar un solo set.
Es difícil contrarrestar su impetuoso juego, ofensivo y de máximo riesgo, porque en cada golpe busca las líneas que delimitan la cancha. Si la pelota bota dentro de los límites, es difícil reaccionar a tiempo para devolverla, porque su portentosa capacidad física le hace aún más temible.
Carlos Boluda-Purkiss, primer cabeza de serie y finalista de la pasada edición, parecía uno de los pocos capacitados para frenar al tenista de Ermont. La experiencia del jugador alicantino, curtido en mil batallas a sus 26 años, se presentaba como el antídoto idóneo para frenar a Okala, pero no ha tenido su día. “Desde el primer momento no me he sentido a gusto y Okala ha empezado jugando muy bien He sabido reaccionar y he tenido mi oportunidad para meterme en el partido”, ha explicado Boluda al final del choque.
Esa opción pasaba por ponerse por delante en el marcador en el noveno juego, en el que el Boluda ha estado a un tanto de lograr el 4-5. La ha dejado escapar y la frustración le ha sacado totalmente del partido. “Eso sí me preocupa, en el segundo set no he estado y eso debo trabajar para que no me ocurra”, reflexiona Boluda insatisfecho con su inesperada reacción ante la pérdida de la primera manga por 6-4.
El segundo set ha sido anecdótico. Se ha quedado en una exhibición de Okala, que ha sido justo vencedor por 6-4 y 6-1. “He ido de menos más en el torneo, porque no empecé bien, pero me he sentido cada día más a gusto y creo que he jugado mi mejor partido ante un gran rival”, ha declarado exultante el campeón en su primera participación en Getxo y en un torneo en tierras vascas. “Me ha gustado mucho el club, el torneo y me han tratado muy bien. Me gustaría volver,” ha añadido Jules Okala.
La final femenina no ha respondido a las expectativas. Despina Papamichail y Sandra Samir habían sufrido mucho para llegar al último escalón que les separaba del “Aixerrota”. La egipcia había protagonizado los partidos más largos y trabajados del torneo. Papamichail venía de una semifinal agónica ante su compañera de club Irene Burillo. Ninguna de las dos había llegado antes a una final en esta categoría y las dos han pagado el exceso de tensión. Los nervios les han impedido alcanzar el nivel de juego mostrado a lo largo del torneo. La mejor gestión de esa ansiedad ha inclinado la balanza del lado de la griega, que se ha impuesto por 6-2 y 6-4, a pesar de reconocer que “ha sido mi peor partido, pero ya sabíamos que se iba a decidir por pequeños detalles. Estamos muy igualadas y en las dos ocasiones en las que nos habíamos enfrentado, nos habíamos repartido las victorias”, dice Papamichail.
A sus 26 años la jugadora ateniense ha demostrado haber madurado en su juego con respecto a lo que mostró heces tres años, cuando también pasó por las pistas de Jolaseta en el Torneo de Getxo de 2016. La interpretación del juego y la concentración son sus mejores virtudes. Aunque tiene recursos suficientes para desplegar un juego más vistoso, por ejemplo, hace daño cuando se acerca a la red, pero reserva esos recursos para selectas ocasiones. Se siente segura sin arriesgar por su capacidad para devolver pelotas complicadas al otro lado de la red. Esa paciencia le ha llevado a ganar en Getxo su primera final de un W25 del circuito ITF.
Samir también es una tenista muy solida para restar pelotazos inverosímiles, gracias a su fuerza física. Pero hoy sabía que debía buscar golpes ganadores para superar a su rival. No entraba en sus planes fallar tantos.
Los errores de la egipcia han decantado el primer set del lado de Papamichail por 6-2. Cuando Samir estaba jugando mejor que su rival con 4-4 en el marcador, la tenista griega ha pedido la presencia del fisioterapeuta para que le diera un masaje en la rodilla derecha, de la que fue operada hace unos años, lo que le apartó durante muchos meses de las pistas de tenis.
Ese parón en el juego ha desesperado definitivamente a Samir, quien ha terminado cediendo por 6-2 y 6-4. El molino de Aixerrota viajará hoy a Barcelona, donde reside la ateniense Despina Papamichail, campeona del XXIX Torneo Internacional de Tenis de Getxo.