Sorribes cae en su estreno en la Chatrier; Carla, a tercera ronda
La castellonense metió en problemas a Stephens, séptima favorita, en el segundo set (6-1 y 7-6 (3)). Suárez se dejó un set ante Rogers (6-1, 6-7 (4) y 6-3). Potapova y Vondrousova, posibles rivales.
Los debuts deportivos no acostumbran a ser fáciles y Sara Sorribes tenía uno doble este miércoles en Roland Garros. La castellonense, de 22 años y número 70 del ranking WTA, se estrenaba en segunda ronda del Grand Slam parisino y en la Philippe Chatrier, donde nunca había podido jugar en las cuatro ediciones que había disputado hasta la fecha. Además, ante toda una séptima raqueta mundial como la estadounidense Sloane Stephens, que la derrotó por 6-1 y 7-6 (3).
No era su primera vez, en cambio, ante la de Florida. Ya se habían encontrado en Charleston (EEUU) a comienzos del mes pasado, en un partido que Sorribes sólo entregó tras dos tie-breaks. Esta vez arrancó peor y en 27 minutos ya había cedido el primer parcial. Parecía que iba a ser un paseo militar de Stephens, finalista el año pasado (cayó ante Halep) y ganadora de un US Open (2017). Pero Sorribes, que viene dando "pasos adelante" en su tenis últimamente, sacó coraje y llevó a la afroamericana a un desempate que ya no pudo adjudicarse, después de sacar dos veces para igualar el partido con 5-4 y 6-5. Al final, pesó demasiado su pobre balance de ganadores/errores no forzados (9/19) y lo poco que aprovechó sus primeros saques (37% de puntos ganados con ellos).
Suárez se deja un set ante la 514 del mundo pero avanza
Carla Suárez, por su parte, sí pudo sacar adelante su compromiso de segunda ronda, bastante más asequible, ante la estadounidense Shelby Rogers, de 26 años. Eso sí, la canaria se dejó un set en el camino ante la 514 del mundo. Fue el segundo, en el tie-break, tras adjudicarse el primero por 6-1 y antes de hacer lo propio en el definitivo por 6-3.
La estadounidense jugó a todo o nada durante todo el choque, finalizando con 43 golpes ganadores y 53 errores no forzados. Carla, en cambio, presentó un balance mucho más equilibrado y efectivo, 29 y 17, para hacerse con un triunfo que le pone en octavos de final, a un paso de reeditar los octavos de final que ha alcanzado ya tres veces en su carrera. Para ello, la 29 de la WTA, de 30 años, tendrá que imponerse a la ganadora del duelo entre Potapova y Vondrousova.
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