Ferrer aplaza el adiós a costa de Bautista: se enfrentará a Zverev
David Ferrer ganó en tres sets a su amigo y compañero de dobles en el torneo, Roberto Bautista, y tendrá la oportunidad de jugar otro partido este miércoles en Madrid.
En uno de esos partidos épicos de los muchos que ha jugado a lo largo de su carrera, y ya van 1.110, David Ferrer aplazó el adiós al tenis después de vencer a su amigo y compañero de dobles en el Mutua Madrid Open, Roberto Bautista, por 6-4, 4-6 y 6-4 en dos horas y 36 minutos de brega.
Con 37 años y escaso de entrenamientos por culpa de un proceso viral que le mantuvo en cama "varios días", según confesó al final del duelo, el gran Ferru logró ser competitivo de nuevo ante el número 21 del mundo, que lleva un buen curso, con título incluido en Doha. Así se ganó el derecho a jugar otro encuentro en Madrid ante un público que se rindió ante la entrega y la calidad del alicantino. Este miércoles se enfrentará a Alexander Zverev, que bromeó en As con la posibilidad de enfrentarse a Ferrer por cuarta vez esta temporada. Lo hizo en la Copa Hopman de Perth, en Acapulco y en Miami, donde cayó. No antes de las 21:30, el campeón del año pasado se las verá con un rival sin presión, que no tiene nada que demostrar ni que perder y que es el segundo jugador en activo con más victorias en tierra (334), solo por detrás de Nadal (421).
"Quiero acabar de la mejor manera posible, siendo competitivo para que disfrutéis de mi tenis un poco más. Me sabe mal por Roberto, porque esta situación no era fácil para él. Me quedo con que pude sufrir y sacar el partido adelante. Pero me retiro porque sé que mi mejor nivel no lo puedo volver a dar", dijo Ferrer, vestido de rojo, como el la Copa Davis, con una camiseta personalizada con su firma, el nombre de Madrid y la fecha del torneo. El Gladiador dio el susto, pero se sobrepuso a un principio de deshidratación que le afectó en el tercer set, después de romper el saque de Bautista y ponerse 3-2 arriba. Se tomó unos analgésicos y el fisio del torneo le trató en el muslo izquierdo ("Estoy bien, solo necesito descanso", dijo en rueda de prensa). Al volver a la pista, un poco agarrotado, perdió su servicio, pero se calentó de nuevo y recuperó esa solidez legendaria desde el fondo de la pista que tiene en el castellonense un digno imitador. Así se puso de nuevo en ventaja y cerró un triunfo que se merecía por historial y por grandeza. David no quería irse tan pronto y Madrid y el tenis se lo agradecen. Habrá más.