Situación poco cómoda la que tuvo Benoit Paire ante su propio público en Marsella. El francés se despidió del torneo en octavos de final tras caer, de forma clara, ante el belga David Goffin (6-2 y 6-3). En su camino a vestuarios, con la mochila al hombro, recibió los silbidos de la grada por su actitud durante el encuentro, algo a lo que ya tiene acostumbrados a muchos espectadores pero que en Marsella no perdonaron. La respuesta de Paire fue lanzar besos al aire.

"¿Por qué lo hacen? Seré respetuoso y no diré malas cosas de los espectadores, pero lo que hacen no es normal", dijo posteriormente Paire en rueda de prensa. "Goffin fue finalista de la Copa de Maestros, es un jugador que era top ten. Me silban porque supuestamente no he peleado lo suficiente pero hubo buenos puntos. Empiezan dos los silbidos y todos les siguen, son como ovejas", seguía diciendo el francés, que cada vez aumentaba el grado de enfado.

Hace escasas semanas, Paire pasó por una situación similar también en su país, en Montpellier, tras caer ante Berdych. "Pude haber ganado más juegos, pero no fue así. Que la gente silbe no me va a quitar el sueño, dormiré igual. Me tomaré una cerveza y todo estará bien", decía Paire con ironía. Goffin, de momento, sigue a lo suyo y ya está en semifinales.