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OPEN DE AUSTRALIA

Moyá: "Nadal cada vez sabe mejor lo que hace y por qué"

Este sábado se cumplen 22 años de la final que Carlos Moyá jugó y perdió contra Sampras en el Abierto de Australia 1997. Ahora, afronta otra como entrenador de Nadal.

Melbourne
Xisca Perello, con Carlos Moya, Rafael Maymó y Jordi Robert
PAUL CROCKAFP

El 26 de enero de 1997, Carlos Moyá jugó la final del Abierto de Australia y perdió en tres sets (6-2, 6-3 y 6-3) contra Pete Sampras, justo 22 años después de aquel momento y de su genial despedida en el dicurso de la entrega de trofeos, con el famoso "Hasta luego, Lucas", de Chiquito de la Calzada, el entrenador de Rafa Nadal habla para As sobre su pupilo, lo que ha mejorado y sus opciones en la final de este domingo (09:30, Eurosport) contra Novak Djokovic.

¿Cree que la actual es la mejor versión de Nadal en pista dura?

Yo puedo hablar de lo que he visto desde que estoy en el equipo. Hubo dos torneos en 2017, Pekín y Shanghái, donde jugó a un grandísimo nivel. Pues este año en Melbourne está jugando mejor. Con respecto a 2012 y 2013 creo que ha experimentado una evolución como jugador, pero no me atrevo a decir si juega mejor o peor que entonces.

¿Concretamente, en qué aspectos ha evolucionado?

El servicio es mejor, logra jugar con agresividad durante más tiempo que antes. Por otro lado, las capacidades físicas han mermado, pero las suple con un mayor conocimiento del juego. Cada vez sabe más lo que está haciendo y por qué lo hace. Se da más cuenta de las cosas.

¿Hasta qué punto puede ser importante el aspecto físico?

Está claro que el componente físico va a ser importante. Yo he visto muy bien a los dos. He visto a Novak quejarse no sé si de la espalda en algún momento, pero no queremos pensar en eso, sino en nuestra propia estrategia. Rafa está bien, ha tenido poco desgaste. Creo que en pista rápida nunca había jugado menos tiempo que esta vez y ha tenido un día más de descanso.

¿Esperaban que Rafa tuviera tan poco desgaste en este torneo?

Jugar dos horas por partido le habrá pasado a Rafa en Roland Garros, cuando dominó de arriba abajo, aquí la similitud es bastante grande en ese aspecto, pero en pista rápida. Creemos que es positivo, porque queremos buscar un menor desgaste. Un Grand Slam es una maratón y llegar al último partido en buenas condiciones es muy importante.

¿Qué me dice del componente emocional?

Es una final de Grand Slam y para él, aunque ha ganado ya 17, sigue siendo una motivación extra. Es un clásico contra Novak y eso es otro acicate importante.

¿Cómo vivió usted aquella final de 1997?

Mi situación en Australia fue un poco distinta, porque yo no tuve tantas oportunidades de jugar a estos niveles y la presión fue mucho mayor. Sabía que no iba a haber muchas más ocasiones y eso me pesó.

Sigue en directo la final del Open de Australia entre Nadal y Djokovic