Moyá: "Se recuerda mucho la épica, y en eso Nadal es el rey"

La tercera temporada de Carlos Moyá en el banquillo de Rafael Nadal arrancará en unos días, cuando el español regrese a la competición en el Brisbane International como antesala del Abierto de Australia. Lo hará como número dos y sin jugar un partido desde las semifinales del pasada US Open, donde abandonó en por lesión. Desde entonces, Rafa ha trabajado duramente en su recuperación para tratar de tener un 2019 óptimo y con el objetivo de aumentar la cuenta (suma 17) de Grand Slam en su palmarés. De eso habla Moyá en una entrevista con la ATP.

"Hay que estar preparado para cuando juega, pero también para cuando no juega porque está lesionado. Al final, en cada momento intentas aportar lo que puedas. Obviamente, han sido semanas difíciles, momentos complicados" afirma. Reconoce que, pese a las lesiones, "cuando ha estado en pista ha sido un año espectacular. De nueve torneos ha ganado cinco. Ha perdido dos partidos y abandonó en otros dos (Open de Australia y US Open)".

Sobre el método de entrenamiento, Moya cuenta que "desde que estoy en el equipo las sesiones de tenis no duran más de dos horas. Es un tiempo más que suficiente con la intensidad que Rafa le pone. Le damos prioridad total al bienestar, a la prevención, a intentar evitar las lesiones. Si entrena tres horas y media, la calidad es mucho más baja. Soy partidario de entrenamientos más cortos".

Nadal ha sido protagonista de los tres mejores partidos del año en Grand Slam más elogiados por la ATP, todos llenos de épica. "Se recuerda mucho la épica, y el rey de la épica es Rafa. Suelen ser partidos largos, con muchas alternativas, de desenlace abierto. El jugador en común de todos esos partidos ha sido Nadal en 2018. Particularmente, me gustaría que fuese menos así. Si hay épica significa que son partidos largos, y los partidos largos en estos momentos no me hacen demasiada gracia. Hace 10 años intentaría que Rafa alargase sus encuentros lo máximo posible, ahora ya no. Pero al final es Nadal, y el público quiere a Nadal por partidos que gana cuando estaban completamente perdidos", concluye.