"Negociamos para que sólo haya un torneo por países"
Javier Alonso, director ejecutivo de Kosmos, y Galo Blanco, deportivo, desgranaron en As la nueva era de la Davis impulsada por Gerard Piqué.
-Este fin de semana Croacia se ha proclamado campeona de la Copa Davis en Lille, la última con el formato tradicional de una competición con mucho poso histórico. Ustedes han estado allí. Y los jugadores franceses y su capitán, Yannick Noah, se han despedido con críticas hacia el cambio impulsado por el Grupo Kosmos para 2019. ¿Qué les parece?
-Javier Alonso: Bueno, tal y como estaba montada allí la final, los jugadores sacaban un rédito económico importante. Y todos los cambios son percibidos como complejos. Es lógico que cueste tras 118 años de historia. Y en eso estamos, en explicar este cambio, que va a conseguir mantener la Copa Davis. ¿Qué hubiera pasado si el sábado hubiera ganado el dobles croata? El domingo habría estado decidida la final. El Croacia-Francia no se ha podido ver por televisión en Gran Bretaña ni en Sudáfrica, por ejemplo. No ha tenido un interés real. Y creemos que reuniendo a 18 naciones una semana en una misma sede, sí que lo tendrá.
(Se refiere Alonso a que los jugadores franceses ingresaban un porcentaje de las entradas, por eso el Pierre-Mauroy de Lille, con capacidad para 24.000 espectadores, fue elegido en cinco de las ocho últimas ocasiones que jugaron como locales).
-Los tenistas reclamaban un volantazo. Y, una vez que se ha dado, algunos importantes claman ahora contra el nuevo formato. ¿Por qué?
-Galo Blanco: Hace 15 años que se viene pidiendo un cambio en un calendario que está súper apretado. La Copa Davis te exigía hacer frente a cuatro semanas de competición, que se convertían en un mínimo de seis con la preparación. Los jugadores franceses tenían intereses económicos, pero su federación se mostró a favor de la reforma. Creo que acabaremos convenciéndolos.
-J. A: Es que es impresionante la cantidad de intereses que hay alrededor del tenis… Pero si hablas con Novak Djokovic, te reconoce que la Federación de Serbia vive gracias a los ingresos de la Federación Internacional (ITF) vía Davis. Si desaparece la competición, sufrirán las federaciones y con ello el deporte base. Es un pez que se muerde la cola. Por eso es tan importante el cambio.
-¿Qué les pareció el anuncio de la creación de la Copa ATP, una competición por equipos en enero en Australia, después de que su proyecto hubiera ganado ya la votación en la Asamblea de la ITF para la reforma? ¿Son incompatibles como dice Novak Djokovic?
-J. A.: La ATP no entendía la Davis como competencia. Pero sí cuando la propuesta de Kosmos triunfó y se le puso cara y ojos. Entonces, crean la Copa ATP. Hemos estado en el Masters de Londres y hemos mantenido reuniones con ATP, ITF, los Grand Slams y los jugadores y estamos intentando buscar una solución al calendario, que es una locura. No hay ni un mes de vacaciones. Si todos cedemos un poco, habrá acuerdo y sólo un torneo mayor por países.
-G. B.: Sólo la ITF puede organizar un campeonato del mundo por países. La Copa ATP sería otra cosa… En esa competición no se representaría al país y las federaciones no ganarían nada. Pongamos el caso de Lucas Pouille, que dice que no jugará la Davis. Él se debe también a su federación porque hasta le pagaba parte del sueldo de su entrenador. Es verdad que el tenista es muy individualista, pero…
(En la nueva Davis del Grupo Kosmos, las federaciones nacionales se repartirán en la fase final 7,6 millones de euros y habrá 15,3 de premios para los tenistas. El país campeón recibirá un millón de euros para la federación y 2,1 para los jugadores).
-¿Y por qué parece Djokovic tan beligerante contra la Davis? Si le va mal a la Davis le irá mal a su federación nacional…
-J. A.: Nos hemos sentado a hablar con él y también quiere buscar una salida. Un único evento por equipos y que sea uno de los grandes momentos del año. Pero repito que hay muchos intereses en juego.
-G. B.: Durante el Abierto de Australia en enero tendremos otra reunión y podríamos llegar a un acuerdo. El cambio de fechas está sobre la mesa, pero no para 2019.
-Quizá influya también para dar la espalda a la Davis el tema de la presión. Tienen a todo un país detrás y perder no es lo mismo…
-J. A.: Puede. La presión es diferente a la del circuito, pero poder ganar algo para tu país es único.
-G. B.: Sí, hay jugadores que no soportan esa presión porque no se convive con ella durante el año. En mi caso, me quedé fuera de los Juegos de Sydney por un puesto y me dolió porque era un sueño para mí representar a España. Son cosas que hay que sopesar.
-Hablando de Juegos, el entrenador de Kyle Edmund ha revelado que Djokovic envió un email a su pupilo animando a boicotear la regla de la ITF que dice que hay que jugar tres eliminatorias de Davis para ir a los Juegos…
-J. A.: También dice que no ha escuchado opiniones favorables a favor de la nueva Davis… no sé dónde habrá estado metido. Estamos intentando mejorar la vida del jugador, y si para ello la ITF puede aportar fórmulas para hacerla más cómoda, habrá que valorarlo también.
-¿Por qué se decantaron por Madrid para las dos primeras ediciones?
-J. A.: Comenzar esta nueva era fuera de Europa no tenía mucho sentido, porque aquí está el corazón del tenis. La propuesta de Madrid, con todo el respeto para Lille, era además estupenda. Ayuntamiento y Comunidad nos abrieron las puertas desde el primer momento y fue todo muy fácil. Pero dentro de dos años iremos a otro lado. La Davis debe viajar por todo el mundo. Queremos ir a Asia, Estados Unidos…
-¿Siempre será la final en pista rápida?
-G. B.: Será la misma superficie del Masters de Londres, no queremos perjudicar a los jugadores. Pero en las eliminatorias de febrero se mantiene la elección de pista. Es un mix.
-J. A.: Debe ser en la superficie en la que se juegue la gira previa, para evitar lesiones. Los franceses, por ejemplo, llevaban ahora dos semanas preparándose en tierra cuando venían de rápida. Hemos eliminado ese factor de la ecuación.
-Pero se pierde algo de la esencia…
-J. A.: Todo el mundo tiene que perder algo, porque el sistema actual se extinguía. Estoy seguro de que las audiencias de esta final no habrán sido buenas en España ni el resto del mundo. De seis o siete patrocinadores, la ITF ya mantenía sólo tres. Había que cambiar o morir. El encanto es que seguirá siendo una competición por países, como un Mundial de fútbol. Y no hay que pensar tanto en los nombres.
-G. B.: Queremos que la gente venga a Madrid con la bandera, a ver a España, no a Nadal. E igual con Cilic o Del Potro.
-¿Y qué ocurre con Roger Federer? ¿Ve un peligro para su Laver Cup en septiembre?
-G. B.: Es que en los últimos tres años la habrá jugado una sola vez. Nuestro trabajo es con los jóvenes: Thiem, Zverev… El acuerdo es por 25 años y estamos aquí para quedarnos.
-¿Han encontrado recelos en el vestuario porque el cambio lo lidere un futbolista?
-G. B.: No. El problema no es Gerard Piqué. El vestuario no está en contra de él. Hay muchos que lo han dicho públicamente, entre ellos Rafa Nadal. Es positivo que un futbolista invierta en el deporte y en el tenis. Federer hizo unas declaraciones que se malinterpretaron y después aclaró.
-¿Un objetivo es atraer a más gente joven?
-J. A.: Sí. Queremos entender cómo consumen el deporte. Mi hijo, con 18 años, no está delante de la televisión tres horas viendo un partido. Es muy importante el social media, las cápsulas de contenido… Rakuten (gigante japonés del comercio electrónico) es uno de nuestros socios y Kosmos tiene una división de eSports. Eso nos ayudará a acercarnos a ellos.
-¿Y han pensado en hacer algo con la Copa Federación, la competición femenina?
-J. A.: Está también sobre la mesa con la ITF. Pero todo ha ido tan rápido… Comenzamos a hablar con ellos en diciembre de 2018. Existe una posibilidad de que se celebren las fases finales juntas. El tenis es de los pocos deportes donde no hay diferencias de sexo. Y nos gustaría sumar también a los júniors, porque en nuestro mensaje está fomentar la base. Si no se cuenta con las federaciones, el deporte muere.