Jaume Munar cerró su participación en las NextGen ATP Finals de Milán con una derrota en el partido por el tercer puesto contra Andrey Rublev (1-4, 4-3 (4), 2-4, 4-2 y 4-3 (3)). Al final del partido, al mallorquín se le vio enfadado, como es lógico. Tiró la raqueta por la frustración de haber tenido el partido controlado y terminar perdiéndolo en el desempate del último parcial. Pero debe marcharse con la cabeza bien alta del Masters Sub-21, porque ha dejado una imagen muy positiva por su entrega y competitividad en todos los partidos. 

En la fase de grupos, Munar perdió en cuatro mangas ante Tsitsipas (15º del mundo), en cinco contra Hurkacz y ganó en tres, con su mejor versión, a Tiafoe (40º), otro rival con mejor ranking que él (76º, 75º tras Milán). Así se metió en las semifinales, donde se exprimió al máximo para forzar de nuevo un quinto set, esta vez ante De Miñaur (31º), un tenista algo más cuajado y con mayor experiencia en la elite que él.

Con muchas horas en las piernas, el español se lanzó a por el bronce con valentía y dominó durante gran parte del duelo a Rublev, finalista el año pasado a quien había ganado en su único enfrentamiento, este mismo curso en la segunda ronda de Winston-Salem. El segundo parcial fue clave, porque de haberlo ganado Munar en el tie-break habría dejado ya muy tocado a Rublev. Pero el ruso, amigo del desaliento en otras ocasiones, se motivó esta vez y no se rindió.