Garbiñe Muguruza ha despedido la temporada de la peor manera posible, con una derrota sonrojante (6-2 y 6-0 en 71 minutos) en el Elite Trophy de Zhuhai ante Qiang Wang (sustituta como segunda de su grupo de la lesionada Madison Keys, de acuerdo con el reglamento del torneo), no por el nivel de su rival, número uno de China, sino por su actitud durante buena parte del partido.

La española estuvo bien los cinco primeros juegos e incluso tuvo dos puntos de break para ponerse con 3-1 y saque, pero se encontró con la acertada réplica de una jugadora tenaz y potente que le devolvió casi todos los golpes, espoleada por el público local. En ese quinto turno, larguísimo, perdió su servicio y se desquició por completo tras discutir en el descanso, por enésima vez, con su entrenador, Sam Sumyk, que la mandó a paseo con un gesto y un feo insulto (Fuck you, que te jodan) que recogió la cámara. A partir de ahí, apesadumbrada y sin chispa, Garbiñe perdió los nueve siguientes juegos para completar un parcial horrible de 0-11 e irse para casa. La caraqueña tendrá que tomar cartas en un asunto, el de su equipo técnico, que desde hace tiempo se le ha ido de las manos.

Será Wang quien juegue la final del Masters B (09:00, Facebook WTA Elite Trophy), la última oportunidad que le quedaba a Muguruza de cerrar un mal curso con buen sabor de boca. Wang, una tenista en progresión ascendente, se enfrentará se enfrentará a la rocosa australiana Asleigh Barty, que venció en la otra semifinal a la vigente campeona, la alemana Julia Goerges, por 4.6, 6-3 y 6-2 en 1h:47.

Garbiñe Muguruza

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