Ferrer: "Estuve un día sin hablar a mi mujer tras perder una final con Nadal"
El tenista de Jávea pasó por El Larguero para repasar un 2018 en el que ha sido decisivo en la Davis y padre por primera vez pero en el que también ha sufrido numerosas derrotas.
David Ferrer pasó por los micrófonos de El Larguero de la Cadena SER para hacer balance de lo que va de año 2018. Un año en el que 'Ferru' ha sido protagonista con su victoria ante Kohlschreiber en Copa Davis y su primera paternidad pocas semanas despues pero en el que también ha pasado por una crisis de resultados que le han llevado a ser el número 60 del ranking ATP.
El propio Ferrer explicó cómo han sido estos meses para él. "Han sido dos meses diferentes. Ha sido un torrente de emociones después de la Copa Davis. A la semana nació mi hijo, estuve un mes en casa... Todo me ha hecho un poco de mella físicamente, mentalmente al viajar y para tener mejores resultados. He ganado dos partidos desde la Copa Davis y desde que fui padre pero desde que empecé el año no he tenido los resultados que esperaba. Desde Auckland no he ganado muchos más partidos. Es una realidad que acepto y que intento llevarla lo mejor posible. No me gusta verme el 62 del mundo cuando durante toda mi carrera he sido un jugador que he ganado X partidos pero también es cierto que tengo 36 años que nunca ha tenido una lesión importante y que siempre ha tenido una oportunidad de jugar cuando ha querido".
A Ferrer también le preguntaron por la foto que subió en su Tiwtter con el mensaje 'Life is a camino'. "Tenía un buen recuerdo de ello y me sirve para afrontar momentos que no he vivido antes y nuevas experiencias. Estoy bien. Me siento muy contento por cómo estoy llevando las cosas, cómo las estoy aceptando, he madurado mentalmente. Ojalá tuviera 30 años como en mi mejor momento y tuviera esta madurez mental y ahora soy más manduro mentalmente pero no tengo el tenis que tenía".
Ferrer analizó su pasado y su estancia en el Top-10 y Top-15 durante varios años, con numerosas victorias y derrotas dolorosas. "Ganaba muchos partidos y durante muchos años he estado en el Top-10 o entre los 15 primeros y eso te hace ganar muchos partidos y perder pocos. Cuando perdía la derrota la llevaba mucho peor, muy mal. Venía de ser campeón en Buenos Aires y Acapulco y caer en segunda ronda de Indian Wells era un drama nacional. Vino mi mujer a Acapulco y perder en la final con Rafa Nadal y estuve un día sin hablarla por haber perdido esa final. Hay cosas que se llevan al límite no tienen sentido. Con esta madurez mental habría disfrutado más las victorias".