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Nadal: "¿Un pasabolas? Me río de eso, qué barbaridad"

Rafael Nadal escribió con 32 años recién cumplidos otro capítulo en la historia del tenis ganado su undécimo Roland Garros. El día después, ofreció sus reflexiones a As.

Nadal: "¿Un pasabolas? Me río de eso, qué barbaridad"
Getty Images

Sobre las 10:20 de una mañana nublada en París, en el hotel donde lleva alojándose desde 2005 cuando jugó por primera vez en Roland Garros, Rafa Nadal atiende a AS y a otros medios españoles el día después de ganar su undécimo título en el Grand Slam de la tierra. Arrancamos.

¿Cree que debe pasar un tiempo largo para que usted sea consciente de lo que ha conseguido?

No creo, soy bastante consciente de todo lo que me ocurre, aunque tampoco me gusta hablar mucho de ello. No es a mí a quien corresponde valorarlo, porque soy yo el que lo he hecho. No me resulta fácil hablar de mí mismo, según sobre qué tipo de cosas.

¿Teme que la gente dé por hecho que en Roland Garros tiene que ganar sí o sí?

Tengo 32 años y la próxima vez que juegue este torneo tendré 33. Creo que no se puede dar por hecho nada en ningún momento de tu vida, pero aún más cuando tienes una edad avanzada. No me preocupa esa percepción, porque todos los que estamos dentro del mundo del deporte sabemos la dificultad que conlleva ganar simplemente una vez. A partir de ahí, cada año es empezar otra vez de cero cuando llegas y encarar el torneo día a día, como he hecho todos los años, y este no ha sido una excepción. Intento superar todas las cosas que ocurren en un torneo largo como este y si es verdad que el hecho de haber ganado ya muchas veces te da un puntito de tranquilidad. ¿El año que viene? Ahora mismo no se puede pensar tanto. Hay que estar satisfecho con lo que ha sucedido y cuando pase un tiempo ya empezaremos otra vez a pensar en lo que pueda pasar el año que viene

En el momento de los calambres en la mano izquierda, ¿no le vino a la cabeza la retirada de este año en el Abierto de Australia?

No tuve tiempo de pensar tanto, solo de intentar entender lo que estaba sucediendo. La realidad es que fue un susto. Pensé que tenía el partido no ganado, pero sí avanzado, y que se me podía complicar muchísimo.

¿Qué rutinas del día a día le han funcionado siempre en Roland Garros y por eso aún las mantiene?

Me ducho siempre en la misma ducha, en la última de la derecha del vestuario. Siempre uso la misma taquilla, la 159. Y poco más… Voy introduciendo cosas, porque lo que hago ahora no es lo mismo que lo que hacía hace ocho años. Antes llegaba al club 20 minutos antes, me ponía los vendajes en la mano, me movía un poco y ya está. Ahora llego una hora y pico antes, voy al gimnasio, hago un calentamiento mucho más a conciencia. Son rutinas que van cambiando a consecuencia de la necesidad.

Hace unos días expuso su opinión sobre la situación política en España y le cayeron críticas, ¿qué le parece?

Yo no expuse ni critiqué a nadie. Como siempre ocurre, cuando dices cosas, hay gente que le gustan y gente que no. Creo que fue una declaración muy respetuosa. En ningún momento exigí elecciones, solo dije que han pasado tantas cosas en los últimos años en España que a mí me gustaría volver a votar. Pero no lo pensaba solo después de la moción de censura, lo pensaba antes. Sería bueno que el pueblo pudiera volver a decidir su futuro. Entiendo todas las opiniones. Soy un ciudadano español más, pero entiendo que lo que digo tiene trascendencia. Podría evitarlo y quedar como alguien que no tiene implicación, pero no me gusta. Soy un ciudadano que vive y se preocupa por su país. Desde el respeto intento dar siempre mi opinión, con la máxima humildad y respeto. Luego va saliendo alguno diciendo cosas…

¿Se refiere a ese comentario sobre que su tenis es soporífero (Isidro López, de Podemos, lo escribió en Twitter, y llamo al balear “pasabolas”)?

Yo no descalifiqué a nadie. Lo suyo no fue una opinión, fue un momento no sé si de calentón o de qué. El caso es que no le gusta mi tenis y me parece bien, si quiere decirlo… Nunca he pretendido gustar a todo el mundo, solo hacer las cosas y trabajar de la mejor manera posible, esforzándome al máximo. No puedo hacer nada si a alguien no le gusta. Intento ser correcto.

¿Le molesta que a los deportistas se les critique si se quedan al margen de la actualidad, pero si opinan, como usted y Gerard Piqué, se les den palos?

Creo que la situación de Piqué es diferente a la mía, sin entrar en un debate. Gerard está siempre muy implicado y le gusta estar en los 'fregaos'. A mí no. El otro día no di mi opinión como Rafa Nadal tenista, sino como un ciudadano español normal. Di una simple opinión. Ni reclamé, ni exigí ni pedí nada. Creo que se está creando un Gobierno bueno e interesante, con ministros importantes y les deseo lo mejor para que nos conduzcan por el buen camino. Soy muy sincero en esto. Nunca he dicho mi tendencia política ni tengo por qué hacerlo. Pero que nadie tenga ninguna duda de que a mí lo único que me importa es que todos estemos bien y el país funcione de la mejor manera posible, sea quien sea quien gobierne. Cuantos menos problemas tengamos en nuestro país, mejor funcionará.

Hablando de ministros, ¿qué impresión le causó el de Cultura y Deporte, Màxim Huerta?

No tuve tiempo de tener una impresión de él. Le agradecí que viniera y él me felicitó por lo que había conseguido. Fue muy poco tiempo, me hice la foto, saludé y ya está. Pero estuvo bien, cercano y sin problemas.

¿No le da rabia que le digan que es un pasabolas con todos los títulos que ha ganado?

Realmente me importa un bledo. Sin faltar al respeto a nadie, pero quizá si lo dijeran Mats Wilander o John McEnroe, o gente del tenis, quizás me molestaría. Pero es que estamos hablando de algo que es una barbaridad. Nadie en su sano juicio, y sin intervención de otras emociones de por medio, puede decir tal barbaridad. En todo caso me río de eso. ¿Qué es esto de pasabolas? Y si lo eres, pues lo eres. Es una frase hecha de niños de 10 años. Si pasas una bola más, al final ganas. ¿Qué es ser un pasabolas? Una descalificación. Y si eres un cañonero y solo sabes sacar, también es algo despectivo. Esto es deporte y el objetivo final es intentar de la manera que sea, dentro de la ética, del respeto y del buen hacer, llegar a tu máximo deportivo. Sea jugando agresivo, defensivo, al contraataque o haciendo saque o red.

¿Le parece acertada la comparación entre usted y el Real Madrid, que haga lo que haga casi siempre gana?

No estoy de acuerdo. Cuando estuve mal no gané. En 2015 tuve un mal año y no gané. En París no se gana jugando mal. No hay tanta diferencia en el tenis como para permitirte jugar mal y ganar. Al final para llevarte torneos de este calibre se necesita jugar bien. Quizá habrá partidos que se puedan manejar y ganar sin estar al 100%, pero no como el de la final o la semifinal.

Ahora se va a casa a descansar, ¿cómo sería su día perfecto de relax?

Pretendo pasar un tiempo tranquilo con la familia. Me encanta el mar, nací en una isla y me gustaría, más que ir a pescar, desaparecer un par de días en el mar y bucear, que a mí me da mucha tranquilidad. No solo pescar, sino mirar el fondo, ver a los peces… Cuando hace buen tiempo me paso dos, tres, cuatro horas buceando sin parar y eso me saca del mundo y me deja pensar. También me gusta jugar al golf e intento estar desconectado de esa tensión, porque llevo dos meses sin parar. Ahora, he visto las condiciones del mar, y tampoco está muy bien. Veremos.

Homenaje en el ayuntamiento

Nadal recibió un homenaje en el ayuntamiento de París, donde entregó un cuadro a la alcaldesa, Anne Hidalgo, con sus manos estampadas en la tierra, y que será colocado en una instalación deportiva de la ciudad. “Eres el más parisino de los españoles porque ganar once veces en Roland Garros es fenomenal. Después del once viene el doce. ¿Te esperamos no, Rafa?”, le dijo.