Thiem para a Cecchinato y llega por fin a una gran final
El austriaco, segundo de su país que alcanza el partido por el título de un Grand Slam tras Muster, es el líder de victorias de la temporada (35-8) y espera rival: Nadal o Del Potro. Nadal - Thiem, Final de Roland Garros 2018 en directo
El cuento de hadas de Marco Cecchinato ha llegado a su fin este jueves en Roland Garros. El italiano que despertó la atención de los aficionados tras vencer a Carreño (10º favorito) y a Goffin (8º) y la de todo el mundo después de apear al gran Novak Djokovic en un partido épico, ha caído en semifinales contra Dominic Thiem. El austriaco, segundo de este país que alcanza una final de Grand Slam tras Thomas Muster (lo hizo en el mismo escenario en 1995), ha sido el único capaz de parar al sorprendente tenista de Palermo, que hasta ese torneo era un completo desconocido: 7-5, 7-6 (10) y 6-1 en 2h:17.
Thiem se ha metido en la final de París al tercer intento consecutivo. En 2016 le apeó Djokovic y en 2017, Nadal. Con 24 años es el más joven en hacerlo desde que Rafa ganara el trofeo en 2010. Lidera la temporada en victorias (35-8) por delante de Alexander Zverev (34-9), suma dos títulos este curso (Buenos Aires y Lyon) más la final del Mutua Open, y es una alternativa seria al reinado del español, si es que este supera a Juan Martín del Potro. De hecho, ya sabe lo que es ganarle en tierra (Roma 2017 y Madrid 2018).
Cecchinato ya había hecho historia para Italia al vencer a Djokovic y estaba a un paso de una inesperada gloria que le hubiera encumbrado al Olimpo del tenis de su nación, ávida de éxitos. Salió a jugar como había estado haciendo siempre en el campeonato francés. Con velocidad, desparpajo y pegada. Pero se encontró a un Thiem muy serio que le cerró la puerta con 37 golpes ganadores y un 83% de puntos ganados con primeros servicios. Otro gran acierto del cabeza de serie número siete fue limitar las oportunidades de break de su rival, que solo tuvo dos y no las aprovechó. Aún así, Cecchinato dio guerra y estuvo cerca de apuntarse el segundo set en una muerte súbita similar a la que le dio la victoria el martes contra Djokovic. En el último parcial decayó su resistencia y le saltaron las costuras. Por poco le cae un rosco de despedida, que hubiera sido injusto y amargo.