Una tenista denuncia daños físicos debido a los excesivos controles antidopaje
Madison Brengle ha demandado a ambas instituciones. "Le han obligado a pruebas que le hacían retirarse y que le han provocado enfermedades en su brazo".
La tenista estadounidense Madison Brengle ha presentado una demanda contra la WTA y la Federación Internacional de Tenis (ITF), asegurando que han llegado a un "punto de abuso" con los controles antidopaje, los cuales han afectado a su "salud y seguridad".
"La desbocada autoridad de oficiales que obligan a los jugadores hasta ese punto de abuso que yo sufrí no puede ser tolerado; los jugadores deben tener algo que decir en todo aquello relacionado con nuestra salud y seguridad", publicó Brengle en un comunicado.
La número 83 del mundo considera que los controles han mermado su rendimiento. "Aquellos que controlan el deporte que yo amo deben entender que los jugadores no tienen comodidades y deberían ser tratados con respeto y dignidad", criticó.
Por su parte, el abogado de Madison Brengle, Peter Ginsberg, explicó que la tenista "nunca se ha ausentado en ningún control en sus 10 años como profesional" y que ella advirtió a las dos organizaciones sobre las lesiones que sufría por culpa de las inyecciones en las muestras de sangre.
"Los organismos del tenis ignoraron las evidencias sobre su condición diagnosticada profesionalmente y rechazaron cualquier otro mecanismo para los controles o una adaptación médica mejor, obligando a Brengle a pruebas que causaban su retirada de los torneos y le han provocado hinchazones y enfermedades permanentes en su brazo y en su mano", señaló.
Además, el abogado añadió la cantidad exacta que exige la norteamericana tras su demanda, que superaría los 10 millones de dólares. De momento, el jurado todavía no ha determinada nada, y tanto la WTA como la ITF no han querido responder al comunicado de su abogado.
Este conflicto aparece tan sólo dos meses después del producido entre la tenista Eugenie Bouchard y la Asociación de Tenis de Estados Unidos (USTA). La canadiense demandó a la organización tras haber sufrido una conmoción cerebral, fruto de una caída en los vestuarios, que la obligaron a retirarse del Abierto de Estados Unidos.