Los López caen en el quinto y Alemania tiene la puntilla

La puntilla, en la Plaza de Toros de Valencia, está en manos de Alemania. Feliciano y Marc López no pudieron hacerse con ella y se la entregaron después de un partido de infarto en el que remontaron dos sets a Jan-Lennard Struff y Tim Puetz para acabar 3-6, 4-6, 6-3, 7-6 (4) y 5-7 en 4h:40. España pierde 1-2 en los cuartos de final de la Davis.

De la habilidad como cacheteros de Alexander Zverev mañana, frente a Rafa Nadal a partir de las 11:00 (La1), y después de Philipp Kohlschreiber contra David Ferrer, dependerá que España vuelva a pisar las semifinales de la Copa Davis seis años después y de que siga viva una racha de 26 victoria seguidas en casa que arrancó en 1999.

Sergi Bruguera optó por Marc López (35 años y 22º en dobles), repescado el jueves por lesión de Pablo Carreño, y Feliciano López, que hasta el miércoles no se entrenó por un proceso febril, y tardaron en calentarse y calentar unas gradas castigadas por llovizna intermitente y frío. “Que Nadal jugara tres partidos era una locura”, dejó claro Carlos Moyá, técnico del de Manacor, cuando se le apuntó la posibilidad de que hubiera aparecido. Los López, campeones de Roland Garros y Dubai 2016, son pareja habitual en el circuito. Pero en sus dos duelos previos en Davis, contra Croacia y Rumanía, ambos a domicilio, habían perdido.

Enfrente, Struff (27 años y 60º en individuales) y Puetz (30 y 120º en dobles) llegaban con la confianza de ganar sus dos partidos previos juntos en Portugal y Australia. El primero fue un pulpo que atrapó todas la bolas y un cañón que amartilló saques a 230 km/h. El segundo puso la habilidad. Se llevaron los dos primeros sets y todo parecía abocado al abismo.

Pero espabiló Marc López y sacó sus manos de mago. Y despertó Feliciano y arrastró a la Plaza. A la 11ª bola de break, cayó. Era 5-3 para España en el tercero tras 2h:12. Y se aprovechó (al final, sólo 2 de 20). En el cuarto set, los germanos estuvieron a dos puntos de ganar el partido. Pero los López aguantaron firmes los pies sobre el albero. Se llevaron el tie-break y se pudo ver a Nadal, desatado dando ánimos, al borde de un ataque de nervios. La magia de la Davis clásica, del público local inflamado. La que se puede perder en 2019 con la fórmula de Gerard Piqué.

En el quinto set, ese que también desaparecerá, España tuvo cinco bolas de break para ponerse 5-3 y saque y no las aprovecho. Después, Marc cedió su servicio. Y llegó el 7-5 y la derrota. Muy cruel.

Para que la puntilla no encuentre la cerviz de España, primero Nadal tendrá que parar mañana los pies a Zverev, con quien tiene un 3-0 en el cara a cara pero que tuvo bola de partido en Indian Wells 2016 y le llevó a un quinto set en Australia 2017. “Será duro… Viene de hacer final en Miami y el partido contra Ferrer le habrá dado más confianza. Nadal, de 105 partidos al mejor de cinco sets en tierra ha ganado 103. Hay que agarrarse a eso, a que está a buen nivel físico”, advierte Carlos Moyá. Pero luego quedaría el quinto punto. ¿Un Ferrer que perdió fácil el primer día o cambiar y cargar la responsabilidad en Roberto Bautista? Apunta Ferrer. Y la puntilla está en el raquetero alemán.