Sergi Bruguera toma el testigo de Conchita Martínez como capitán con la suerte de debutar en casa, frente a Gran Bretaña en Marbella. Hacía cuatro años y medio (ocho eliminatorias) que España no ejercía de local. Y se estrena además con el colchón de disponer de un jugador más, cinco, merced a la norma que la Federación Internacional de Tenis (ITF) aprobó en enero. Un comodín de lujo para equipos tan potentes como España. "Es una gran ventaja poder disponer de cinco (tenistas). Antes, estabas condicionado si llevabas dos jugadores específicos de dobles. Esto te permite muchas variantes" , reconoció el doble campeón de Roland Garros, que optó así por reservar a Pablo Carreño (10º) para el dobles del sábado junto a Feliciano López y lanzar a Albert Ramos y Roberto Bautista a los individuales de inicio. "Esta norma permite más opciones", apoyó David Ferrer (35 años y 39º del mundo), que ha sido sacrificado de inicio pero podría entrar el domingo si Bruguera lo considerara oportuno. "Sabía que podía pasar y estoy disponible. Hay mucha competencia en el equipo. Lo asumo y acepto. Si no puedo jugar, animaré", expresó el alicantino, que considera que la condición de locales en las dos primeras rondas hace que "pueda ser un buen año para la Davis, porque hay jugadores muy buenos". Pablo Carreño, el más joven (26 años) y de mayor ránking (10º), valoró con prudencia las bajas de Gran Bretaña. Kyle Edmund (26º y semifinalista en Australia) fue descartado de inicio por las molestias que arrastra. "Ojo que esto es la Davis. Muchas veces el equipo favorito, y por ranking se puede considerar a España, acaba sufriendo. Ojalá demos la alegría de ganar con cierta ventaja, pero hay que ir poco a poco", advirtió.