Hace 25 años, el 30 de enero de 1993, Arantxa Sánchez Vicario y Todd Woodbridge ganaron el título de dobles mixtos en el Abierto de Australia a Zina Garrison y Rick Leach (7-5 y 6-4). La española y el australiano formaban una de las mejores parejas del tenis mundial y venían de ganar el curso anterior en Roland Garros a Lori McNeil y Bryan Shelton (6-2 y 6-3).

Se entendían a la perfección y lo hacían bien tanto en pista dura como en tierra. Woodbridge, uno de los jugadores más queridos y respetados en Australia junto con su compañero de dobles Mark Woodforde (‘The Woodies’ ganaron juntos 11 Grand Slams y 50 títulos más), charlo con AS durante el torneo que se apuntó en Melbourne Roger Federer, y lo hizo sin ocultar su nostalgia: “Arantxa es una buena amiga. En realidad mis mejores recuerdos con ella son los del dobles mixto de París sobre arcilla, porque no era una buena superficie para mí y ella me llevó al título en 1992”.

El extenista de 46 años describió el juego y las cualidades de Arantxa: “Lo que me encantaba de competir con ella es que era la que jugaba de revés, porque tenía uno de los mejores golpes de revés de siempre en el tenis tanto femenino como masculino”. Esa particularidad les dio a ambos la receta del éxito, gracias a una táctica que revela Woodbridge: “Normalmente el hombre en mixtos solía jugar de revés, porque consideraba que debía jugarse los puntos importantes. Pero en su caso, a mí me hacía feliz que ella siempre restará en esos puntos importantes, porque yo sabía lo buena que era y que lo conseguiría. Era una en táctica inusual la nuestra, pero fue exitosa”. Esa forma de jugar les dio dos grandes títulos y otras dos finales, ambas en Australia (1992 y 2000).