Wozniacki y Halep se jugarán el título y el número 1 en la final
La danesa gano a Mertens en dos sets (6-3 y 7-6 (2)) y la rumana levantó dos bolas de partido para derrotar a Kerber por 3-6, 6-4 y 9-7. Será la revancha del último Masters.
Caroline Wozniacki y Simona Halep jugarán este sábado (09:30, Eurosport) la final femenina del Abierto de Australia. La danesa ganó por 6-3 y 7-6 (2) en la primera semifinal de la jornada del jueves a la meritoria belga Elise Mertens, que había eliminado en cuartos a Elina Svitolina. Y la rumana levantó dos puntos de partido para derrotar por 3-6, 6-4 y 9-7 a la alemana Angelique Kerber, la tenista que parecía estar en mejor forma de todo el torneo. Además del título, estará en juego el número uno del mundo que ahora ostenta Halep. Si gana Wozniacki, se lo arrebatará —al inicio del torneo, cinco jugadoras aspiraban a desbancarla: Ostapenko, Muguruza, Svitolina y Plsikova se quedaron por el camino—. Será, además, la revancha del último Masters que se llevó la jugadora de origen polaco.
Wozniacki, que fue virtual número uno del mundo durante un par de horas a la espera de lo hiciera la actual dueña del trono de la WTA, se adelantó ante Mertens en el cuarto juego con un break, que consolidó después, y ya no cedió la ventaja (salvó una bola de rotura de Mertens) hasta llevarse el primer set. En el segundo, la novia del exjugador de la NBA David Lee, volvió a romperle el saque a la belga y con 4-2 parecía lanzada hacia la victoria. Pero la joven Elise (22 años y 37 del mundo) reaccionó y llegó a ponerse con 5-6 a su favor y saque. Wozniacki no quería que el partido se alargara y peleó para igualar en un juego que tuvo 14 movimientos en el marcador y duró casi 18 minutos. Llevó el duelo a la muerte súbita y ahí sentenció con un 3-0 de salida.
Era la segunda vez, tras 2011, que la danesa se metía entre las cuatro mejores del Grand Slam oceánico y puede ser el año en que por fin gane uno, después de perder las finales de 2009 y 2014 en el US Open. "Con 5-1 y 40-15 abajo contra Fett, obviamente estaba casi fuera, pero luego pensé que si había superado eso, ya jugaba con el dinero de la banca, no tenía nada que perder", dijo tras su triunfo Wozniacki, recordando el mal trago que pasó en segunda ronda.
La épica de Halep
Lo mejor del día lo iba a ofrecer la segunda semifinal entre Halep y Kerber, dos luchadoras natas que se dejaron la piel en la pista en mitad del jolgorio de un público que se lo pasó en grande. Ambas no tuvieron consistencia con su saque y el partido se decidió en el terreno de los restos. La rumana sumó nueve breaks y la alemana, siete con un 100% de efectividad. Por eso el duelo fue "una montaña rusa con subidas y bajadas", como lo describió Halep, que lleva jugando con el tobillo derecho tocado desde la primera ronda. En el primer set, la menuda jugadora salió con un 5-o demoledor y luego cedió dos veces su saque para ganarlo por 6-3. El segundo lo dominó Kerber, que superó un 3-1 en contra.
Y el espectáculo llegó en el tercero, con un montón de alternativas e intercambios larguísimos. El mejor tanto lo sumó la exnúmero uno para evitar irse del partido con un 5-3 en contra. Y con 5-4 y dos puntos de partido para su rival, remontó otra vez y se puso por delante, hasta el punto de disfrutar ella de dos match point con 5-6 en el marcador. Halep, que había levantado tres ante Lauren Davis en la tercera ronda, superó otros dos, se rehízo y rompió a una Kerber agotada para ganar y meterse en su tercera final de Grand Slam, tras las que perdió en Roland Garros 2014 y 2017. Halep no pudo ocultar sus nervios después de la batalla: "Estoy temblando aún. Ha sido todo muy emocionante. Estoy contenta por haber resistido y ganado", dijo tras la batalla. Otra, como Wozniacki, que busca su primer gran título. Esto no pasaba en Australia desde que Hana Mandlikova y Wendy Turnbul se enfrentaron en 1980 con victoria para la primera.