Wozniacki vence a su amiga Venus y por fin es Maestra
Después de un inicio igualado, la danesa superó a la estadounidense y logra su primer gran título, el 27º de su carrera, ante la veterana Williams, diez años mayor.
Caroline Wozniacki era hasta este domingo una tenista más que notable. Número uno del mundo durante 67 semanas entre 2010 y 2012, había ganado ya 26 títulos, pero ninguno grande. Por fin le ha llegado la gloria de un gran triunfo en las WTA Finals y ya puede decir que es una Maestra del tenis.
La danesa ha ganado por un doble 6-4 en la final de Singapur a una leyenda, Venus Williams, ídolo de su adolescencia y amiga íntima contra la que había perdido en sus siete enfrentamientos, que con 37 años ha dado un ejemplo de profesionalidad y amor por el deporte. Pero las diez primaveras de diferencia entre ellas (Wozniacki tiene 27) en un torneo duro para la estadounidense, han acabado por ser decisivas. Y eso que el duelo se cerró con un intento de remontada de Venus para quitarse el sombrero. Con 5-0 en contra, se apuntó cuatro juegos seguidos para alargar un bonito partido y terminó cediendo con su saque, agotada, para el 6-4.
Nadie puede negar que aunque no haya levantado ningún trofeo y el Billie Jean King se le haya escapado, Venus ha dignificado aún más su figura en 2017 con dos finales de Grand Slam (Australia y Wimbledon) y esta del Masters, más el regreso al top-10. En un campeonato donde todo el mundo hablaba de la lucha por el número uno entre Halep, Muguruza y Pliskova, dos tapadas, Wozniacki (gran temporada la suya con dos títulos y otras seis finales) y Williams, han sido las mejores.
El partido lo planteó a saco Venus (31 golpes ganadores) y aguantó por dos veces los intentos de escapada de Wozniacki, pero a partir del 5-4 para la danesa en el primer set, comenzó a fallar más de la cuenta (acabó con 32 errores no forzados por solo 8 de su rival) y la lucha se le hizo ya cuesta arriba. Luego encajó ese 5-0 de salida en la segunda manga e hizo la machada de recortar cuando parecía muerta. Entretanto, puntos de bella factura, carreras de un lado a otro de la pista y mucha deportividad. Al final, el revés de la americana no pudo imponerse a la derecha de Caroline, que uso su mayor movilidad para ganar, lanzar la raqueta al aire y soltar un alarido de emoción y alegría. Ya es grande.