Rafa Nadal vs Roger Federer

Coco Vandeweghe, número 35 del mundo, se ha deshecho en menos de tres días de la primera del ránking, Angelique Kerber, y de la séptima, Garbiñe Muguruza. El domingo superó claramente a la alemana y este martes ha pasado por encima de la española, a la que ha ganado ya tres veces en cuatro enfrentamientos: 6-4 y 6-0. Apoyada en su potente y certero saque (88% de puntos ganados con su primer servicio) y con 31 winners, la estadounidense no dio opción a Garbiñe, que se desesperó por primera vez en lo que va de torneo en unas condiciones incómodas, con sol de cara y algo de viento en la Rod Laver Arena. Un auténtico frenazo para una jugadora que venía actuando a un gran nivel y, sobre todo, con mucha calma y paciencia. Coco, que nunca había pasado de cuartos en un Grand Slam, se enfrentará en semifinales a su compatriota Venus Williams, que ganó a la rusa Pavliuchenkova 6-4 y 7-6 (3). La mayor de las Williams, casi 37 años, se convierte en la jugadora más veterana en llegar a la penúltima ronda del Abierto de Australia.

Garbiñe siempre fue a remolque con su saque y sufrió desde el inicio la presión de Vandeweghe, que tuvo hasta siete bolas de break antes de aprovechar la octava en el séptimo juego del primer set. La española no jugó mal hasta ese momento, pero tuvo algunas dudas a la hora de subir a la red y no pudo contrarrestar siempre los bombazos que le endosaba su rival con la derecha, todos de alto riesgo pero que entraban. Muguruza tuvo bola de break en el décimo juego, pero no la aprovechó y la manga cayó del lado de Coco.

El segundo set no tuvo casi historia. Con la española visiblemente enfada por sus problemas para lanzar la bola hacia arriba al sacar, Vandeweghe jugó a placer y se permitió incluso algunos fallos ante los que reaccionaba con humor. Lo hacía, claro, gracias a la amplia ventaja que le había dado su 4-0 de salida.

“Tristemente, no ha sido el mejor partido de mi carrera. No me encontraba bien y estaba nerviosa. Pero intenté dar lo mejor y mantener mis patrones. Luego ya fui como un tren de carga, no puedes detenerlo”, dijo Coco sorprendiendo al público de Melbourne, y dio el mérito de sus tremendos golpes a sus raquetas Yonex: “Prometí que no iba a romper ninguna, aunque lo hice el segundo día, pero han hecho un trabajo increíble con ellas”. Sobre su próximo rival, Venus Williams, contó que le pidió un autógrafo cuando era pequeña y no se lo dio: “Después me lo ofreció cuando yo ya era jugadora y le dije que no”. Coco, genio y figura, puede ser la gran sorpresa del torneo.

Garbiñe Muguruza

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