Sharapova bailó al ritmo de Ricky Martin... y perdió
La puertorriqueña Mónica Puig, anfitriona de la exhibición, ganó a la rusa en el tie-break en un partido reñido. La exnúmero uno bailó en la pista.
La campeona olímpica de tenis en Río 2016, la puertorriqueña Mónica Puig, se impuso en el tie-break a la rusa María Sharapova, que volvía tras muchos meses de sanción por dopaje, en un partido de exhibición que las dos jugadoras se tomaron en serio pese al ambiente festivo y a no jugarse nada. Tanto, que la rusa se animó a bailar al ritmo de Ricky Martin.
Puig ganó en un tie-break a diez puntos por 10-6 tras imponerse en el primer set 6-3 y haber cedido en el segundo por 6-1 ante la rusa, que hizo un buen partido pero que dio muestras de que le faltan horas de juego.
"Ha sido un placer jugar ante este público después de tantos meses alejada de las canchas", dijo la tenista rusa al finalizar el partido entrevistada en la pista de juego del Coliseo de Puerto Rico.
El partido contó con una muy buena asistencia de público, más de la mitad de un aforo de 15.000 personas del Coliseo de Puerto Rico de la capital caribeña, que acudieron a apoyar a su heroína nacional, la deportista que consiguió en Río 2016 darle a la isla caribeña su primera medalla de oro en la historia.
El primer set comenzó con ambas jugadoras tratando de asegurar los puntos y con una concentración que no parecía de un partido que fuera de exhibición, sino de un torneo oficial del circuito.
Sharapova dio muestras de falta de rodaje y perdió su servicio en el primer juego con un tenis defensivo poco habitual en la rusa, de lo que se aprovechó una Puig que parecía más cómoda sobre la superficie sintética del Coliseum de Puerto Rico.
La puertorriqueña, que soltaba la mano con mayor seguridad, se puso en 15 minutos con un 3-0 que reflejaba lo que estaba pasando sobre la pista.
La rusa consiguió imponerse en el cuarto juego para poner un 3-1 que le dio tranquilidad y pasó a un juego mucho más agresivo y habitual en la antigua número uno del mundo.
Con el 3-3 quedó claro que las dos jugadoras querían ganar y se tomaban las cosas en serio, aunque Sharapova dejaba entrever falta de partidos y problemas con su servicio.
Las bromas a las que de vez en cuando recurría Puig con el público eran solo pequeños lapsos en un partido interesante en el que ambas tenistas recurrieron a los golpes ganadores, aunque con más precisión por parte de la puertorriqueña.
El primer set se lo llevó finalmente Puig en 42 minutos gracias, principalmente, a los errores de Sharapova, que recurrió demasiado a intentos de golpes ganadores que se iban fuera.
El segundo set comenzó con una Sharapova mucho más entonada, con menos fallos en el servicio y recurriendo a golpes ganadores en cuanto Puig bajaba la intensidad del juego, lo que le permitió ponerse 2-1.
Para dar un tono distendido al partido uno de los recogepelotas sustituyó en una bola a Puig, una broma que no fue suficiente para que las jugadoras bajaban la guardia.
La rusa comenzó a jugar mejor con un juego preciso y moviendo de lado a lado a una Puig que iba perdiendo la iniciativa, en especial cuando recibía restos meteóricos, lo que permitió a Sharapova ponerse por delante con un 5-1 que dejaba señales de cómo iba a terminar el set.
La cinco veces campeona de un Grand Slam finiquitó el set con un claro 6-1 que dejaba todo para un tie-break a 10 puntos, que siguió tan ajustado como el resto del partido.
Las bromas no faltaron durante el tie-break por parte de las dos jugadoras.
El amistoso terminó con un 6-3, 1-6 y 10-6 en el tie-break para Puig que fue más precisa en los momentos finales, aunque el resultado no importaba y todos, especialmente el público, terminaron contentos con un resultado justo para lo que se vio sobre la pista.
El partido forma parte del evento "Mónica Puig Invitational" que se prevé se celebre cada año en San Juan.