Loredana Berté, exmujer de Björn Borg, ha publicado una autobiografía en la que revela impactantes episodios de su relación con el extenista sueco, entre otras su afición por las drogas.

"Su obsesión por la cocaína se había vuelto irremediable. Se había convertido en un peligro social. En Milán, Borg se bajaba a la calle y le pedía droga a cualquiera que pasaba por allí. Se quería meter. No le importaba nada, ni la reputación ni las consecuencias", dice la italiana. "Me pedía cinco millones de liras en contante y luego me informaban que se había metido una caja entera de Rohypnol, la droga de los violadores. No cambiaba, siempre era lo mismo. En el 89 intentó suicidarse", añade.

Pero no solo el tema de las drogas llama la atención. Se puede decir que era una pareja extraña en muchos sentidos: "Hacíamos juegos extraños. Desafíos entre dos locos como nosotros. Una vez me metió una pistola en la boca para jugar a la ruleta rusa. Quería hacer una orgía y a mí, sólo de pensarlo me daba asco. Alquiló una planta para llenarla de prostitutas. Me daba asco. Se presentaron varias con abrigos de piel y fustas en las manos".