Feliciano encontró kryptonita, ganó a Fognini y pisa cuartos
El toledano, cerca de los 34 años, liquidó al verdugo de Nadal, tocado físicamente, por 6-3, 7-6 (5) y 6-1. Nunca había llegado a esa ronda en Nueva York.
Feliciano López pisa los cuartos de final del US Open por primera vez en su carrera, tras pasar con limpieza la prueba de Fabio Fognini, verdugo de Rafa Nadal. Ganó 6-3, 7-6 (5) y 6-1 y los jugará contra el vencedor del Novak Djokovic-Roberto Bautista.
El toledano encontró la kryptonita por la que preguntaba en Twitter mientras veía descansando desde su hotel cómo dos ‘supermanes’, el italiano y Rafa Nadal, se destrozaban en la noche del viernes en la Arthur Ashe en una batalla ardiente a cinco sets. Estuvo firme con su juego de tiros rápidos y cercanía a la red, y le ayudó que el de San Remo se presentara muy tocado tras las casi cuatro horas de la tercera ronda. El fisio tuvo que salir a atenderlo tres veces.
El español, que cumplirá 34 años el próximo día 20, vive un otoño dorado. Ahora es 19º del mundo, pero el mes de marzo alcanzó el ránking más alto de toda su carrera, 14º. Sin demasiada presión y en buen estado físico (lleva 55 Grand Slam seguidos, desde Roland Garros 2002) es un jugador muy peligroso. Venía de ganar a Rafa Nadal en Cincinnati, y remató al 32º del mundo.
En la primera manga, sólo se atascó en el primer juego. En cuanto se soltó, llegó el break para 3-1. Con medias de primer servicio superiores a 197 km/h y puntas de más de 210, Feliciano se fue a por la victoria. En el segundo set, consiguió recuperar una rotura y en el tie-break no le tembló el pulso ni cuando el italiano le endosó un resto mágico por debajo de las piernas subiendo a volear. En el tercero, simplemente, estuvo brillante. Acabó con un balance equilibrado de 27 winners por 25 errores no forzados y se fue mucho a la red (47 subidas y 25 de ellas efectivas) para no dar ritmo al imprevisible italiano.
Feliciano acumula tres cuartos de final (2005, 2008 y 2011) en su torneo más querido, Wimbledon. Pero en el cemento de Nueva York, que le viene también como un guante a su juego, nunca había llegado a esa ronda. Es hora de disfrutarla. “Es una gran sensación, una semana impresionante. Estoy deseando jugarlo”, resumió con una sonrisa que no le cabía en el rostro.