Hizo públicas sus razones en un comunicado para explicar su ausencia de la Copa Federación (cansancio, importancia de la gira de tierra)... No deja de ser una posición egoísta: prima el circuito sobre la competición por países.

—Sí. Ha sido una decisión difícil de tomar porque es una competición que me gusta mucho, y siempre que he podido he ido en casa o fuera. Pero ahora estoy en un momento de mi carrera en el que debo mirarlo todo con lupa. Hay unos objetivos diferentes y hay veces que por cuestiones de calendario se necesita descansar física y mentalmente. Es una pena que la Copa Federación sea en semanas incómodas respecto al calendario WTA. Puedo entender las críticas del aficionado, que quiere ver a las mejores en el equipo. Pero no siempre puede ser. Ojalá que el año próximo las cosas cambien.

—¿Es consciente de que tanto usted como Garbiñe Muguruza corren el riesgo de quedarse fuera de los Juegos de Río?

—Si no me fallan los cálculos, sólo me falta una eliminatoria el año próximo. Jugué una por campaña desde los Juegos de Londres y sólo he fallado esta. A mí no me gustaría, si fuera la Federación Española o el Consejo Superior de Deportes, ver que deportistas que pueden hacerlo bien se quedan fuera por cosas como esta.

—Pero las normas son las que son. Las de la Federación Internacional. Y deben cumplir tres veces, una al menos entre 2015 y 2016.

—Sí, sí. Y estoy tranquila porque sólo me queda una eliminatoria por jugar. No habrá problema.

—¿Tanto en la Copa Davis como en la Copa Federación puede influir que haya poco feeling con la Federación Española?

—Evidentemente. Siempre he tenido las cosas muy claras con el actual presidente (José Luis Escañuela) y esta Federación. Las cosas las podían hacer mejor, con más tranquilidad. Tienen pocas palabras hacia el jugador, les interesa muy poco nuestra opinión y eso es fundamental para estas competiciones. Es una pena cómo estamos, porque el tenis español siempre ha tenido muchos éxitos.

—En 2010, usted y otras jugadoras amenazaron con un plante en la Copa Federación (lo apoyaron 53 tenistas, entre ellas Arantxa Sánchez y Conchita Martínez ) por lo que consideraban un trato discriminatorio hacia el tenis femenino. Aquello se resolvió con la firma de una acuerdo en el CSD (Plan Director, Consejo Consultivo, dotación de 200.000 euros…). ¿No se ha cumplido?

—No. Firmamos una serie de puntos y no hemos vuelto a tener noticias. Y nos cansamos de estar detrás de la Federación para todo.