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OPEN AUSTRALIA

Roger Federer: "El golpe final de Seppi parecía imposible"

Federer tenía clara la clave del fiasco: "Perder el 'tiebreak' del segundo set después de ir ganando por 4-1 fue algo que me hizo mucho daño".

MELBOURNE
Roger Federer
WILLIAM WESTAFP

Después de su peor derrota en Australia desde 2001, Roger Federer no compareció ante la Prensa en mal momento de ánimo. Con soltura y relajación, Federer abordó así los detalles de su fracaso ante Andreas Seppi: "Ha sido un mal día. Ojalá hubiera ido mejor, pero me he visto sin ritmo desde el calentamiento de la mañana... aunque otros días me ha pasado lo mismo y he terminado bien. Pero sabía que esta vez no iba a ser fácil. Seppi saca bien y golpea muy bien de derecha y de revés. En esta pista rápida, el servicio iba a ayudarle más... y potencialmente iba a ser más difícil de descifrar para mí".

Federer (cuyo próximo torneo será en Dubai, dentro de un mes) aún se mostraba sorprendido por el increíble 'passing' paralelo con el que Seppi cerró el partido, lanzado a la carrera. En los diez cruces anteriores (10-0 para Federer), Seppi solo había ganado un set a Roger, quien relató así el final del partido y de su estancia de 2015 en Melbourne: "Del modo en que Seppi tiró ese golpe final, uno piensa: 'Es imposible que eso vaya dentro'. Vas, más o menos lo dejas ir y en ese momento, tal como te vas diciendo esto, miras hacia atrás y te das cuenta de que todo ha terminado. Seppi incluso estaba corriendo hacia el sol, así que en todo caso yo tenía que cubrir el tiro cruzado, que es donde cualquiera hubiera tirado. Y eso hice. Pregunten a él cómo se sintió cuando tiró el golpe. Es un mazazo para mí, porque yo había atacado muy bien con la derecha".

Federer tenía muy claro dónde había estado la clave real del fiasco: "Sabía lo importante que era el 'tiebreak' del segundo set, así que perderlo después de ir ganando por 4-1 fue algo que me hizo mucho daño. Perdí puntos cruciales que se fueron para Seppi incluso después de buenos servicios míos. Mi juego no estaba ahí en su integridad.Por razones que tienen que ver con Andreas y conmigo mismo, me era muy difícil dictar el ritmo y los peloteos iban siempre del modo que no me gustaba: me veía obligado a jugar pasivamente en ocasiones en las que tocaba jugar con agresividad. Al final no era fácil jugar en el campo con sombra, pero eso era igual para cualquiera de nosotros dos y no es excusa. En fin, un partido muy duro y una derrota decepcionante".