Nadal borra a Novak Djokovic del número uno en Pekín

Rafa Nadal vuelve a tocar el cielo en Pekín. En la misma ciudad donde con su oro olímpico, en agosto del 2008, se proclamó número uno del mundo por primera vez, consiguió arrebatar ayer a Novak Djokovic la condición de Rey del tenis. No fue de la manera más lucida, porque Tomas Berdych se retiró de la semifinal cuando perdía 4-2 y habían transcurrido sólo 37 minutos. Pero fue la cristalización de un año maravilloso.

Al campeón de trece grandes le bastaba con llegar a la final para sumar los 11.160 puntos que le hacen superar al serbio, que vio cómo su nombre, que ha estado 101 semanas en lo más alto en dos periodos, quedaba borrado del primer escalón. Espoleado, derrotó a Gasquet (6-4 y 6-2) y se citó hoy con el español (10:00 horas, Canal+Deportes). El clásico más repetido de la Era Open (38 ocasiones, 22-15 para Rafa y con tres últimas victorias) se le presenta al zorro de Belgrado como una pequeña venganza.

“Sólo le puedo dar gracias a la vida”, es el mantra de Nadal. Y es una verdad. Porque cuando reapareció en Viña del Mar en febrero tras purgar siete meses desesperantes con una hoffitis y una rotura parcial del tendón rotuliano de su rodilla izquierda, veía al serbio desde la quinta plaza y detrás de una montaña de 7.560 puntos. Desde allí, ha ido escalando como un cohete para abrochar la que puede ser mejor temporada de su vida: ha ganado ya diez títulos entre los que se incluyen Roland Garros y un US Open que le supuso embolsarse 2.000 puntos. Y firma otras tres finales. En pista rápida está invicto: 26-0.

Es el ansia inacabable de un caníbal, de un jugador que con 27 años sigue teniendo una fuerza interior inagotable. Sólo así se puede explicar que 824 días después de perder el número uno, el 3 de julio del 2011 cuando también entregó la corona de Wimbledon a Novak Djokovic, se asegure volver a la cima. El pulso con Federer pasó a ser una batalla cruenta con el serbio, que le llegó a ganar en siete finales seguidas hasta que en Montecarlo 2012 Nadal supo revertir la situación.

Puntos. Nadal ratificó que era de oro en el Centro Olímpico de Pekín en 2008 en un día en el que lloró e hizo llorar a España ganando a Fernando González. Entonces encadenó 46 semanas en la cima. En julio del 2009 no pudo disputar Wimbledon por lesión y el uno pasó a Federer. Lo recuperó en junio del 2010 ganando Roland Garros sin ceder un set y entonces fueron 56 las semanas. El lunes, iniciará la 103 como rey del tenis. No defiende ningún punto hasta después del Abierto de Australia, ya en enero. La historia de Nadal es de las que se puede contar a los nietos. Y lo bueno es que continúa…