caba de ganar el Valencia Open, del que es copropietario. ¿El tenis deja pasta, no como el fútbol?
No lo hago por el dinero, ¡si no, no me hubiera metido! Ferrero me dio la oportunidad y es bueno para el tenis valenciano. El Ágora es algo único.
"Queréis un titular. Ni tengo la mentalidad ni aguanto la presión para ser el de 2007". Acababa de perder en tercera ronda en Roland Garros. ¿Qué ha cambiado desde entonces?
Fue un calentón, un momento de frustración porque tenía mucha ilusión por hacerlo bien allí. Ahora estoy feliz, he vuelto al top-ten y es un regalo para mí.
Con sólo un torneo por delante, aparece el Masters de Londres. ¿Se ve ya allí?
En París nos lo jugamos todo, pero está claro que en Valencia di un paso muy grande para lograrlo. Aún así, hay que ser precavidos.
Usted y Nadal son los jugadores con más partidos este año (76). 'Racionarse' no está en su diccionario, ¿no?
He intentado jugar menos, sobre todo en la gira de tierra de julio cuando descansé dos semanas; me vinieron bien. Siempre acababa el año cansado y sin embargo este estoy con ganas.
¿Está más arriba quien más entrena? Lo digo porque son famosas las palizas físicas a las que usted se somete.
Al final lo que hay que hacer es entrenar con más calidad y menos horas. Pero para mí el tema físico es muy importante y la verdad es que tengo que cuidarlo. Marca diferencias.
¿Ha mejorado algo respecto al Ferrer que logró ser número cuatro mundial?
Este año ha sido muy parecido, muy regular y constante. He madurado mucho más mentalmente. Y hace prácticamente dos años que no sufro la presión. Estoy en un gran momento de mi vida, llevo mucho tiempo en el circuito y lo disfruto bastante más. No tengo las dudas que antes.
¿Sigue soñando con ganar un grande?
¡Hombre! (Se ríe) Soñar Eso es cuando eras pequeño. Lo veo complicado, hay tenistas muy buenos y la edad va pasando. Aunque tampoco pensaba volver a ser top-ten ni estar en el Masters y lo he conseguido.
¿Es cierta esa leyenda de que su entrenador, Javier Piles, le encerró en un cuarto a pan y agua para que volviera a entrenarse con más entusiasmo?
Je, je. ¡Fue sólo un día que me negué a entrenar cuando era jovencito! Me dijo 'Hasta que no hagas tu trabajo no te vas de aquí' Y mira Le tengo que estar agradecido.
