La situación de Pedro Horrillo, que resultó gravemente herido el sábado como consecuencia de una caída en la octava etapa del Giro de Italia, ha mejorado ligeramente e incluso ya ha podido hablar con su mujer, Lorena, en Bérgamo, donde permanece ingresado, según informa su equipo, el Rabobank.

La respiración, una de las mayores preocupaciones tras las exploraciones de cabeza y columna vertebral a las que fue sometido, se ha estabilizado, pero, a pesar de su mejoría, el corredor no podrá aún ser trasladado a España.

Sobre las posibilidades de Horrillo de volver al ciclismo el médico del equipo holandés, Geert Leinders, prefirió mostrarse cauto: "Aún no se puede hablar de cuándo volverá a montar en bicicleta, pero ahora eso es lo menos importante. Lo primero es que pueda volver a su vida normal. Luego ya veremos".

El ciclista español se precipitó por un barranco de 60 metros durante el descenso del Culmine di San Pietro, un puerto situado en el kilómetro 70.

Tras la caída, Horrillo tuvo que ser trasladado en helicóptero por los servicios de emergencia italianos al hospital de Bérgamo, donde ingresó en urgencias.

En el momento de la llegada de los servicios de emergencias al lugar de la caída, en el que tuvieron que apartarse algunos árboles para poder trasladar al herido, el ciclista estaba consciente y presentaba síntomas de un traumatismo craneal y torácico y varias fracturas.

Ya en el hospital los médicos le tuvieron que inducir el coma para facilitar las cosas, después de que el ciclista hubiera perdido mucha sangre, coma del que el corredor ya había salido este domingo.

Posteriormente, fue sometido a una operación por sus fracturas de fémur y de rótula y a un TAC en el encéfalo y una resonancia magnética en la columna vertebral, que confirmaron la ausencia de lesiones en esas zonas.

Pedro Horrillo, quien cuenta como principal victoria una etapa en la París-Niza de 2004, es profesional desde 1998 y llegó al Rabobank en 2005.