pekín 2008 | tenis
El número uno sabe sufrir
El español se impuso al italiano por 6-2, 3-6 y 6-2, y después redondeo su debut en los Juegos con una victoria en dobles junto a Tomy Robredo.
El nuevo y flamante nº1 del mundo, aunque aún no haya sido proclamado como tal por la ATP, padeció los rigores del inhabitual horario de juego -comenzó su partido antes de las 11 horas de la mañana, hora local- y del tremendo calor de Pekín. Incluso se encontró con un brillante Potito Starace, que por primera vez en sus enfrentamientos directos, le arrebató un set.
Sin embargo, la receta que ha llevado al de Manacor a la cima del tenis mundial, volvió a dar resultado. Y con su permanente actitud positiva en la pista supo rehacerse, tras ceder la segunda manga, y dar el primer paso adelante hacia su primera medalla olímpica.
Nadal hoy no jugó bien, no encontró las sensaciones que le han permitido cargar el bolso de títulos en los últimos dos meses. El deportista español más famoso del mundo (según la listawip.com) tardó en encontrar la manera de dominar en los puntos y apenas encontró esos golpes con los que marca la diferencia.
A pesar del set inicial encajado en contra, Potito Starace saltó a la cancha con una estrategia grabada a fuego en su mente: cargar descaradamente el juego sobre el revés de Nadal, para evitar ser dañado por los derechazos del español, y llevar la iniciativa en cada punto. Y la cosa no le fue mal. Por primera vez logró imponerse al español en un set (el segundo) y le incomodó hasta hacerle casi irreconocible. Algún mal pensado pudo incluso llegar a ver a Rafa Nadal algo atrapado por su nueva condición del 'primero de la clase'. Porque fueron los errores del español los que abrieron la puerta y dieron alas a Starace.
Pero si algo caracteriza a Rafa Nadal es su solvencia y regularidad. Y en el tercer y definitivo set volvió a imponer su mentalidad ganadora con gran naturalidad. Nadie lee mejor los partidos que Nadal, y a pesar de no encontrar nunca su mejor versión, acabó encontrando el modo de hacer sentir vértigo a su rival.
Sucedió con 2-1 a su favor y tras haber sacado sus dos primeros servicios con relativa solvencia. Potito Starace sufrió de lo lindo para mantener el primero y aún sufrió más para conseguir la igualada. Fue el último juego que ganó, y en él evidenció el ataque de pánico que Nadal infringe a sus rivales. Tras desaprovechar una oportunidad para colocarse con 40-15 tiró la raqueta fruto del atrapamiento y la impotencia. Comenzaba a apagársele la luz para cerrar los puntos, línea que separa a los deportistas buenos de los geniales.
A pesar de salvar su servicio, su mente ya no encontraba las decisiones adecuadas con la misma rapidez y su tenis ya no fluyó de la misma manera. Estaba bloqueado por el 'síndrome Nadal', que permitió al español sumar cuatro juegos seguidos -dos breaks incluidos- y mantener vivo su sueño de ser campeón olímpico. El australiano Lleyton Hewitt, verdugo del veterano sueco Jonas Bjorkman, ya sabe que tendrá un problema muy serio en su segundo duelo olímpico.
Y victoria en dobles junto a Robredo
Rafael Nadal redondeó su estreno olímpico en Pekín 2008 con la victoria en el encuentro de dobles, en compañía de Tommy Robredo, superando a los suecos Jonas Bjorkman y Robin Soderling por un doble 6-3, en una hora y veinte minutos de partido.
Nadal prolongó su inspiración. Robredo dejó al margen la decepción por su eliminación del torneo individual, horas antes frente el italiano Andreas Seppi, y concentró todas sus intenciones olímpicas en esta modalidad.
Con más solvencia de la esperada ante un dueto compuesto por el que fuera uno de los mejores doblistas del circuito, el veterano Bjorkman, con un palmarés envidiable en la especialidad, sacaron adelante el compromiso para centrar su atención en la segunda ronda, donde esperan al ganador del choque entre los argentinos Agustín Calleri y Juan Mónaco y los australianos Chris Guccione y Lleyton Hewitt, próximo adversario de Nadal en el cuadro individual.
La esperanza está en los dobles
España alimenta sus perspectivas en el torneo por parejas. Es ahí donde se mantienen todos las raquetas del país.
A Nadal y Robredo se unió la victoria de Nicolás Almagro y David Ferrer, que paliaron su decepción como ''singles''. Superaron el duro choque contra los sudafricanos Kevin Anderson y Jeff Coetze. Se medirán ahora a los suecos Simon Aspellin y Thomas Johansson, que dejaron en el camino a los australianos Paul Hanley y Jordan Kerr (7-6 (4) y 6-3).