TECNOLOGÍA

Probamos cuatro auriculares deportivos inalámbricos para elegir los mejores

Hemos entrenado con modelos ‘true wireless’ e intraurales de Philips, JBL y Panasonic

Probamos cuatro auriculares deportivos inalámbricos para elegir los mejores

Lo más importante para mantener el entusiasmo al hacer deporte es, desde luego, la fuerza de voluntad. Pero no es casualidad que en todos los gimnasios o vídeos con rutinas de ejercicios haya siempre música enérgica de fondo, ya que el ritmo ayuda a mantener el impulso y el buen ánimo. Aun así, puede que quieras escuchar tus propias listas de reproducción mientras entrenas o, si practicas deporte al aire libre, que necesites poner la banda sonora por tu parte. Es por ello que en esta ocasión nos hemos puesto a entrenar con cuatro auriculares deportivos inalámbricos para analizar sus ventajas a la hora de la acción.

¿Qué modelos hemos elegido?

Durante los entrenamientos, entre más ligeros vayamos y menos cables carguemos, mejor. Por esta razón, nos hemos enfocado exclusivamente en auriculares inalámbricos; aunque, en este caso, puede haber quien prefiera modelos true wireless sin ningún cable o más bien unos intraurales con un cable que rodee el cuello para evitar que caigan al suelo accidentalmente. Así es que nos hemos dedicado a probar dos modelos de cada categoría, que son: JBL Reflect Flow, Panasonic Wings RP-BTS10, Philips Sports SN503 y Philips Sports ST702.

¿Qué aspectos hemos considerado?

En cada uno de estos auriculares hemos tenido en cuenta los siguientes criterios:

  • Sonido: el tipo de ecualización que ofrecen y los géneros musicales con los que funcionan mejor
  • Construcción: cómo ajustan en la oreja y su apariencia
  • Funciones: las funciones que incorporan, cómo se controlan y la calidad de la conexión
  • Batería: la autonomía que ofrecen con una carga completa

A partir de estos aspectos, hemos considerado que los Philips Sports ST702 son los mejores auriculares deportivos true wireless de esta comparativa, sobre todo por su sistema de limpieza UV y la potencia de su sonido. Y en el caso de los auriculares intraurales, creemos que los Philips Sports SN503 ofrecen las mejores prestaciones, especialmente por su sensor de frecuencia cardíaca incluido.

AURICULARES TRUE WIRELESS

Philips Sports ST702: con sistema de limpieza UV

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En los tiempos que corren, no hay nada más importante que la higiene. Por ello, el hecho de que estos auriculares Philips dispongan de un sistema de limpieza integrado es, sin duda, su mayor valor. Como todos los auriculares true wireless, estos también incorporan un estuche de carga portátil, que la marca ha aprovechado para incorporar tecnología de rayos UV que se activa durante los primeros 20 segundos tras cerrar el estuche —estén los auriculares dentro o no— y que desinfecta todo en el interior. No obstante, una peculiaridad de los Sports ST702 es que, al sacarlos del estuche, solamente se enciende automáticamente uno de ellos, por lo que siempre hay que activar el segundo manualmente. Y al guardarlos de vuelta, también hay que apagar ambos auriculares, pues de lo contrario seguirán encendidos y conectados al móvil o reproductor aun dentro del estuche.

Todas éstas y las demás funciones se controlan mediante el exterior táctil de ambos auriculares, que tienen una excelente sensibilidad. Por un lado, el auricular derecho permite pausar o reproducir con dos toques, así como avanzar de canción presionado por dos segundos —lo mismo con el izquierdo, pero para retroceder—. Con ambos auriculares se pueden responder llamadas o rechazarlas (presionando durante dos segundos para esto último), cambiar entre llamadas (presionando durante dos segundos), activar el asistente de voz (con tres toques) y borrar el historial de llamadas (presionando durante ocho segundos). Pero lo mejor es que sus sensores detectan cuando te los quitas y detienen la música, que se vuelve a reanudar al colocarlos de nuevo.

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Fieles a su perfil deportivo, estos auriculares tienen una ecualización que prioriza las frecuencias graves, pues les aporta mucha fuerza y profundidad. De esta manera, el beat de la música se puede sentir, literalmente, por lo que son perfectos para darle impulso a los entrenamientos. Sin embargo, en contraparte, las frecuencias agudas tienen muy poco brillo y las medias, dependiendo el tipo de música, se pueden sentir apagadas. Por lo tanto, no son los más adecuados para escuchar géneros como rock o blues, pero sí que destacan en temas de música urbana, electrónica o pop, gracias a su sonido compacto.

Los Philips Sports ST702 son resistente al sudor y las salpicaduras de agua, incluida la lluvia, por lo que se puede entrenar con ellos en cualquier condición climática. Colocarlos en el oído toma un instante y se ajustan a la perfección, siempre y cuando se elija el tamaño adecuado de gomas —las incluye en tres medidas, pero también gracias a sus puntas flexibles de goma en forma de ala, que se sujetan firmemente al pliegue de la oreja. Si bien con los movimientos más bruscos del entrenamiento pueden aflojarse ligeramente, nunca se siente que corran el riesgo de caerse.

Su batería puede alcanzar una duración de hasta seis horas con una sola carga, pero con la posibilidad de recargarse por completo dos veces más dentro del estuche, por lo que alcanza las 18 horas de autonomía. El estuche es algo aparatoso, pero, aunque parece completamente circular, dispone de dos bordes planos (arriba y abajo) que los sostienen en horizontal para que no ruede.

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JBL Reflect Flow: con cancelación activa de ruido

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Ninguno de los modelos de esta comparativa puede competir con la autonomía de estos JBL. Una sola carga da para 10 horas de funcionamiento, pero gracias a su estuche de carga portátil, con capacidad para dos cargas extra, su batería puede alcanzar las 30 horas de duración. Además, los Reflect Flow tienen el diseño más atractivo de esta comparativa, con una combinación de negro y plateado muy llamativa; y aunque los auriculares pueden resultar aparatosos en orejas pequeños, esto también les aporta una apariencia más robusta.

Para controlar todas sus funciones, la cara externa de ambos auriculares funciona como un botón —hay que presionar, ya que no son táctiles—, cuya única desventaja es que se necesita presionar fuerte, lo que puede desajustar el auricular de la oreja. En el caso del derecho, permite reproducir o pausar la música, así como responder y colgar llamadas con un toque; mientras que con dos toques, se activa el asistente de voz del teléfono. Por su parte, con el izquierdo se puede avanzar de canción si se dan dos toques (no se puede retroceder), y con un toque se activa la función más atractiva de los JBL Reflect Flow: la cancelación activa de ruido. Este sistema consta de tres posiciones: la primera elimina con mucha efectividad todo el ruido externo; la segunda pone la música a un nivel intermedio para dejar pasar el sonido ambiental —ideal para usarlo por la calle y estar atento al tráfico—; y la tercera baja casi por completo la música para escuchar todo lo que ocurre alrededor, que es muy útil cuando, por ejemplo, queremos hablar con alguien.

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Su sonido, en líneas generales, es bueno. Pero tal como suele ocurrir con los auriculares deportivos, su ecualización está enfocada en potenciar los graves para que sean profundos y se sientan, a cambio de sacrificar la claridad de las frecuencias medias y agudas. Por lo tanto, son perfectos para escuchar música enérgica de entrenamiento, pero no para géneros más acústicos o con muchas guitarras eléctricas.

En la oreja se sienten cómodos por cortos periodos, puesto que después de un par de horas llegan a cansar. Lo más importante, en cualquier caso, es elegir correctamente el tamaño más adecuado de gomas de los tres diferentes que incluye. Eso sí, no se mueven durante los ejercicios. El único fallo importante que percibimos durante las pruebas es que, en contadas ocasiones, la conexión entre ambos auriculares se desincroniza, lo que genera un retardo que suena a un eco muy molesto. La única solución en estos casos es apagarlos y volver a encenderlos.

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AURICULARES INTRAURALES

Philips Sports SN503: con monitor de frecuencia cardíaca

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¿Qué función de cualquier dispositivo enfocado al deporte puede ser más útil que la monitorización del ritmo cardíaco? Precisamente, los Philips Sports SN503 integran un sensor de frecuencia cardíaca para que puedas consultar la información en cualquier momento durante tus entrenamientos. Al activarse —desde el mando integrado al cable—, se puede sincronizar con la mayoría de las apps de fitness para el móvil y, además, una voz (en inglés) lee el ritmo de los latidos en ese momento con mucha precisión. En el mismo mando también disponen de un botón principal para encender-apagar, emparejar, pausar-reproducir y responder o colgar llamadas, así como de otros dos para subir y bajar el volumen, además de avanzar o retroceder de canción.

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Su sonido ofrece unos graves profundos y cálidos, aunque poco definidos. Por lo tanto, a pesar de estar muy presentes, las frecuencias graves no tienen esa potencia que se podría esperar. A esto se suma una falta de presencia de las frecuencias agudas, que suenan apagadas y nada brillantes. Así que, por ejemplo, las voces femeninas y las notas más altas pierden mucha emoción. Por lo tanto, funcionan bien si no se quiere prestar demasiada atención a la música, sino simplemente tenerla como acompañamiento.

Incluyen tres tamaños de gomas diferentes para elegir la que mejor se acomode al interior del oído. Si se eligen bien y gracias a sus puntas con forma de alas, su fijación en la oreja es casi siempre estable, siempre y cuando estén bien acomodados. Aun así, es inevitable que con movimientos muy bruscos, como brincar enérgicamente, lleguen a caerse ocasionalmente. Por último, cabe mencionar la autonomía de su batería, que puede alcanzar las seis horas con una sola carga.

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Panasonic Wings RP-BTS10: poco cómodos e inestables

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A pesar de tener el sistema de sujeción más aparatoso de esta comparativa, estos auriculares tienen como principal problema su inestabilidad. Su diseño integra unos aros de plástico que rodean la oreja que, sobre todo las primeras ocasiones, cuesta trabajo colocar; y al conseguirlo, la sensación es de que nunca terminan de adaptarse correctamente al interior del oído, por lo que una parte del sonido se escapa siempre por esas fisuras. Pero el principal problema es que casi cualquier movimiento enérgico provoca que se caigan con mucha facilidad, y acomodarlos nuevamente, debido a su complejidad, exige detenerse por completo. Además, cansa muy rápido llevarlos puestos a causa de la rigidez de sus materiales.

Su sonido tampoco es para enmarcar. En general, emiten un audio comprimido y débil. Su mejor rango son las frecuencias medias, en la que destacan especialmente las voces, además de que los graves se sienten con un poco de pegada, sin ser deslumbrantes. Eso sí, los agudos definitivamente carecen de brillo y hacen que ciertos géneros se escuchen apagados. La batería alcanza las cuatro horas de autonomía, pero es curioso que están indicados para recargarse exclusivamente mediante el puerto USB de un ordenador y nunca a través de la corriente eléctrica.

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*Todos los precios incluidos en este artículo están actualizados a fecha 08-09-2021.