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Una noche para la historia

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Tardaremos tiempo en olvidar lo que hemos vivido en el Reale Arena contra el Benfica. En todos los sentidos. En el positivo y en el negativo. Porque lo mismo que decimos que lo que hizo la Real Sociedad es histórico, también tenemos que decir que podía haber pasado algo muy grave con el lanzamiento de las bengalas por parte de los ultras del Benfica. Por fortuna, quedó todo en un susto, pero que lamentablemente empaña la fiesta txuri-urdin y el espectáculo que ofreció a toda su afición, que disfrutó con una de las mejores primeras partes que se recuerdan con Imanol Alguacil en el banquillo del primer equipo. Por el contexto, por el nivel futbolístico exhibido y por su tremenda pegada. La Real llegó al descanso ganando 3-0, pero tranquilamente podía haber sido un 6-0. Porque le anularon dos goles y Brais Méndez lanzó un penalti al poste. Sencillamente impresionante.

Luego llegó lo de la segunda mitad, pero no le podemos pedir al equipo le excelencia, por mucho que Imanol se empeñe en repetir que a los rivales no los puedes dejar vivos. Él mismo reconoce que es muy complicado mantener durante todo un partido el nivel de fútbol de la primera parte. Pero es que aún así, creo que la Real mereció aumentar más su cuenta, porque a pesar del susto del Benfica, en cuanto se asentó, volvió a ser muy superior. Enmarco lo que le ocurrió tras el descanso dentro de lo que estaba pasando en la grada. Los jugadores no eran ajenos a la gravedad de los hechos con las puñeteras bengalas, y les pasó factura. Porque se despistaron, como es lógico, porque son personas, y veían con temor que le pudiera pasar algo grave a uno de sus aficionados. Que aquí no olvidamos que ya perdimos a uno de los nuestros por culpa de la violencia de los ultras.

Por suerte, no pasó nada que tengamos que lamentar, pero el mal sabor de boca no te lo quita nadie. Y nunca perdonaremos a esos indeseables de las bengalas que su peligrosa estupidez restase protagonismo a una noche que debería haber sido recordada sólo por la gesta deportiva de la Real Sociedad. Al menos, el club actuó con la celeridad y la dureza que exige un hecho de esa gravedad. Y eso hay que resaltarlo y agradecerlo, porque sólo siendo tajantes con ese tipo de cosas, se podrá erradicar finalmente esta lacra del deporte. Pero no se engañen, nada puede tapar lo que han hecho este grupo de futbolistas. Nada puede borrar nuestra sonrisa de felicidad. Han hecho historia. Primero fue la Real de Ormaetxea. Luego la de Denueix. Y ahora la de Imanol. Los tres que han colocado al club txuri-urdin entre los 16 mejores equipos de Europa. Se dice pronto. Es un pasada. Es historia.