Todo lo bueno que salió de ‘La Bañera’

El fútbol puede cambiar rápido si se tocan las teclas correctas. Lo de Luis de la Fuente en la Selección no tenía buena pinta. Un entrenador con muchos kilómetros en la FEF, pero poco viaje en el fútbol profesional de clubes. Una solución que pareció para salir del paso después del desenamoramiento con Luis Enrique. Un intento de hombre de paz que no era posible en ese momento, con todas las tensiones post-Mundial a flor de piel. La cosa empezó mal, con una puesta en escena pública titubeante del seleccionador y, después de una victoria grisácea ante Noruega, el esperpento de Glasgow. Hubo una sensación de interinidad máxima.

De marzo a junio, sin embargo, España ‘fichó’ a Le Normand, De la Fuente cortó por lo sano el amago de conflicto Gavi-Ceballos cargándose al segundo; y consensuó con gente de la casa la recuperación de dos veteranos, Navas y Jordi Alba, que junto a Carvajal, el del discurso en Rotterdam antes de la final de la Nations League, rearmaron el grupo. De aquellos días en Holanda, y aquellas victorias ante Italia y Croacia, salió un grupo con muchas certezas. Ocho meses después del caos de Glasgow, De la Fuente llega a Limassol con equipo cuadrado y con columna vertebral. Desde el portero, Unai, hasta el nueve, Morata, pasando por Gavi y el nuevo líder. “Rodri is on fire”, se gritaba aquella noche en De Kuïp. Cosas buenas salieron de ‘La Bañera’.

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