LA CAJA NEGRA

Giuliano Simeone, un guerrero de cuna

VITORIA, 27/04/2024.- El centrocampista del Alavés Giuliano Simeone (c) celebra tras marcar el primer gol ante el Celta, durante el partido de Liga en Primera División que Deportivo Alavés y Celta de Vigo disputan este sábado en el estadio de Mendizorroza, en Vitoria. EFE/L. Rico
L. Rico
Javier Sillés
Subdirector de AS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense, empezó en 2011 en la sección del Real Madrid como becario. Después pasó a AStv, donde ejerció la función de editor jefe hasta 2021 y como jefe también de la sección de infografía. En 2021 fue nombrado de redactor jefe de fútbol y en 2022 ascendió a subdirector de AS.
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Corazón de futbolista

Giuliano Simeone no es ninguna broma. Quien haya seguido su corta trayectoria, frenada por aquella entrada terrible de la pretemporada, conoce las virtudes de un jugador noble, incipiente y batallador. Lo demostró en el filial del Atleti, lo corroboró en un club con extraordinaria presión ambiental como es el Zaragoza y lo empieza a saborear ahora el Alavés. A sus 21 años, dos titularidades consecutivas ante el Atlético y Celta, más su estreno goleador este sábado, prestigia a un jugador que no le pierde la cara a los duelos. Tiene corazón y una velocidad punta muy destacada, además de orgullo, capacidad de trabajo, atrevimiento y determinación. El gol es una ciencia que él todavía tiene que estudiar más, pero es lógico porque no deja de estar en una fase de aprendizaje. Partiendo desde la izquierda, ha abrasado con su insistencia y galopadas a Atlético y Celta. Ante los vigueses, además, no dejó pasar la oportunidad de marcar y asumió en primera persona la presión asfixiante a Mingueza que propició el 2-0. De alguna manera, aunque en él se aprecian rápidamente virtudes vinculadas al carácter de su padre, ha renegado de la falsa leyenda de que está en Primera por ser hijo y ha llegado para quedarse. Giuliano Simeone tiene vocación de permanencia.

Hombre de fe

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Si escribimos sobre guerreros, hay que citar con letras de oro a Chris Ramos (27 años). La delicadísima coyuntura del Cádiz, al que el empate le arrima a un descenso difícil de remediar, sería incluso peor de no ser por su lucha constante. En términos generales, se deja la vida en cada jugada. Solo así se puede explicar el gol que marcó al Mallorca y que mantiene un hilo de esperanza. De haber perdido, al Cádiz solo le tocaba esperar el milagro. Ramos expresa devoción por la camiseta, pero también atesora condiciones físicas y técnicas que muchas veces no son señaladas al quedar eclipsadas por el sentimentalismo con el que actúa. El casi gol de chilena ante el Mallorca pone de manifiesto su calidad y la hoja estadística del curso también indica su despliegue y velocidad. Ramos es uno de los jugadores de la Liga que más acciones a más de 24 km/h realiza, recorriendo alrededor de 300 metros por encuentro.

Un suceso

Por cómo fue y por cómo ha respondido, el fichaje de Greenwood por el Getafe se ha revelado todo un acierto si lo circunscribimos a lo futbolístico, que de eso trata esta columna. En Almería certificó el descenso del equipo local y expandió la buena temporada de su equipo. El Getafe estaría en otra disposición clasificatoria si no es por el buen hacer de Greenwood, además de la pizarra de Bordalás. Sin desmerecer a nadie, se trata de un jugador de otro nivel. Desacomplejado, encarador y con un mapa posicional muy interesante, su fútbol se traza desde la verticalidad. De ahí que promedie 17 conducciones por partido, que han derivado en 42 ocasiones de gol y 36 remates, cifra esta última que resulta ser la más elevada de la competición. Todo lo que ha rodeado su estancia en el Getafe ha sido un acontecimiento.

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