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Esperando el diluvio txuri-urdin

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Estoy leyendo el libro ‘Esperando el diluvio’ de la escritora donostiarra Dolores Redondo. No se si la conocéis. Por si acaso, os refresco la memoria. Es la autora de la famosa ‘Trilogía del Baztan’ y fue Premio Planeta 2016 con la estupenda ‘Todo esto te daré’, que particularmente a mi me gustó más que las aventuras de Amaia Salazar, de la que no puedo más que declararme fan. Desconozco si a Dolores Redondo le gusta el fútbol; o si, como buena donostiarra es aficionada de la Real Sociedad. Así que me voy a permitir la licencia de utilizar el título de su última novela, que tengo ahora entre manos, para ilustrar cómo veo el partido del equipo de Imanol Alguacil en el Santiago Bernabéu. Le pido disculpas de antemano, por si acaso.

No se si sabéis, y si no ya os lo adelanto, que la novela de Dolores Redondo va de un asesino en serie escocés, John Biblia, que en 1968 mató a tres mujeres. El asunto es que no llegó a ser atrapado. No diré más para evitar desvelar nada, y para que así os deje con las ganas de ir a la librería a comprar el libro. A ver, os seré sincero, ya simplemente con leer Glasgow me vino a la cabeza nuestro nuevo jugador escocés, Kieran Tierney, que debutará en el Bernabéu con la elástica txuri-urdin. Lo siento, no lo puedo evitar. Pero lo que me interesa de la historia es que la Real Sociedad quiere dar caza al Real Madrid en Chamartín. Es algo que antaño parecía una quimera, pero que Imanol Alguacil ha convertido en más que factible. Algo así como lo que busca Noah Scott Sherrington, el protagonista de la novela de Dolores Redondo, con John Biblia muchos años después. Parece imposible, ¿pero de verdad lo es?

Hace muchos años José Mari Bakero, siendo entrenador de la Real, dijo en la previa a un visita a Madrid. “Lo normal es perder, pero…”. Aquella temporada se empató en el Bernabéu. Aunque era la antesala del desastre que acabaría llegando poco después con el último descenso a Segunda. A pesar de que me enfadó mucho aquella frase de Bakero, acabé creyéndomela, así que cada vez que la Real Sociedad iba al Bernabéu y volvía derrotada no le daba tanta importancia. Pero sentía que aquella actitud era de equipo pequeño. Y la Real de pequeña no tiene nada. Con todo, era difícil darle la vuelta a esa sensación. Hasta que llegó Imanol, y nos enseñó a creer. No, lo normal no es perder. Lo normal es competir, la Real debe salir a competir… y luego el fútbol decide. Y ahora tenemos mucho fútbol. De muchos kilates. Y pensar en ganar al Real Madrid en su campo no es una quimera. Para nada.

Algo así como Noah Scott Sherrington con John Biblia. Aunque muchos le invitan a cesar en su empeño, él no se rinde, pese a que pueda parecer una obsesión enfermiza. Imanol tampoco se rinde. Imanol va a la caza de la victoria en el Santiago Bernabéu. Lo dice totalmente convencido. Y detrás del ‘patrón’ vamos todos los demás. Porque tenemos argumentos y jugadores para tener fe. ¡Vaya si los tenemos! Pero, claro, nadie duda tampoco de que para conseguirlo, la Real Sociedad debe ir con todo y conseguir todo un diluvio txuri-urdin. Un diluvio de fútbol, un diluvio de ocasiones, un diluvio de buena defensa, un diluvio de paradas de Remiro… Un diluvio de todo, porque solo así se gana en un escenario tan grande como el Bernabéu. Como todos vosotros, aficionados realzales, estoy esperando… el diluvio txuri-urdin. Por cierto, la novela de Dolores Redondo nos lleva hasta Bilbao, de donde es nuestro máximo rival histórico. Demasiadas coincidencias. ¡Vayamos a por ese diluvio!