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LA DORMILONA

Ceci Reiter y la valía del respeto

La argentina cuelga la pala tras 25 años en un hermosa carrera donde se ha ganado un sitio propio en el corazón del deporte.

Cecilia Reiter en una imagen de archivo.
WPT

Ceci Reiter se marcha. Cuelga la pala. 25 años después esa argentina espigada y desgarbada, de sonrisa afable y discurso fluido se marcha, paradójicamente, contra natura. Sin hacer ruido, sin mostrar ni garra ni carácter. Con el silencio de las cosas bien hechas.

Y es que hablar de Ceci Reiter es sencillo. Como jugadora, nada que descubrir. Una número uno. Sin matices.

Con Carolina Navarro marcó una época. De raza, táctica, estratégica y temperamental, si algo caracterizó a Reiter siempre fue su inteligencia. Dentro y fuera de pista. Ella, sabedora del talento que tenía al lado, se dedicó a completarlo. Potenciar tus recursos y optimizarlos es la base de cualquier aprendizaje. Y, ella, absorbió cada enseñanza. Mientras, el camino y el esfuerzo la llevaron al éxito.

Porque hablar de los torneos invictos, de las temporadas como número uno o de si fue o no mejor qué o quién, sería muy fácil. Por Ceci habla su carrera. Sus logros y la forma. Dentro y fuera. Aquella hegemonía se entiende desde un punto de vista que superó lo deportivo. Casi místico.

Reiter no ha sido la mejor. Ni siquiera aspira a ello. Pero siempre hubo un punto de infravaloración en su pádel que, con el tiempo, caerá en el olvido. Y eso no hace que sea menos que nadie. Al contrario. Suyo es un lugar destacado en el Hall of Fame del pádel femenino. También en el corazón mismo del deporte que ama.

Porque Ceci ha sido un ejemplo en la victoria y la derrota. En el quiero y en el no puedo. Cuando dominaba Padel Pro Tour o cuando empezó a vivir su ocaso en World Padel Tour. Por valores, principios y representatividad, la argentina es mucho más que una gran jugadora. Y que una jugadora top. Es un referente.

Porque el respeto, no se negocia. Se gana. Bien inmaterial donde los haya, es un valor ya en desuso que se pierde entre likes, followers, highlights y las luces de un deporte que aspira ya a los grandes escenarios. Y Ceci ha sabido ganarse el de un deporte entero. Eso, aunque muchos no lo crean, tiene un valor incalculable.

Ahora, se marcha del deporte que ama, pero cuando uno siente pasión por algo, de verdad, nunca lo deja del todo. Y ella estará siempre ahí. Desde otro lado, pero siempre cerca.