Entrevista Queralt Castellet: medalla de plata para la deportista consciente y persistente
Queralt es una rider cuyo triunfo explica de forma fidedigna y sin florituras lo que el esfuerzo, entrega y el aprendizaje supone en la alta competición.
Cuando uno habla con Queralt Castellet, nuestra deportista más celebrada de los últimos JJOO de Tokio 2022, lo primero que hace es pensar: ojalá esta charla no terminase nunca. Esta rider es talento, inspiración y disciplina. Poseedora de una fresquísima madurez que sabiamente ha construido gracias a una trayectoria en la que ha abrazado el cambio como oportunidad de mejora constante. Y de tanto mejorar, los JJOO por fin han hecho justicia: una medalla de plata con la que he tocado el cielo pero que, como ella misma pone en valor, no ha caído del cielo. Es un logro merecido, trabajado y perseguido. Es el triunfo consciente.
Haciendo honor a su nombre, he invitado al podcast Imparables a Queralt Castellet y he podido hablar con ella largo y tendido sobre obstáculos, aprendizajes y medallas. Pero también sobre sus más tiernos inicios. De cuando, ojo, ¡había pesetas! Tenía apenas seis años cuando sus padres le enseñaron a practicar el deporte que hoy ama, iniciados a su vez por un amigo de la pareja que les enseñó a ellos.
Queralt avanzó, pero no fue hasta los JJOO de Torino cuando “cambió el chip”. “De repente, me encontré compartiendo competición con mis referentes, mis heroínas, mis inspiraciones. Deportistas que yo veía en revistas y películas de snowboard”, recuerda. Fue entonces cuando vio claro dónde quería llegar: hasta lo más alto, como todas aquellas deportistas que admiraba y que compartían pista con ella. “Estaban en otro nivel, pero me transmitían muchísimo. Fue en ese momento cuando me dije: si estoy aquí, aunque esté a años luz, quiero empezar a soñar con llegar hasta donde están ellas”, comparte.
Ya estaba decidida. Ella quería “estar arriba en unos JJOO” y hasta que lo ha conseguido no ha parado. Un camino lleno de experiencias, de triunfos, de no triunfos, de obstáculos. Pero, más que nada, un recorrido que ha ido marcando su propia evolución “tanto a nivel técnico como de resultados”. La rider catalana me habla del cambio con conocimiento de causa: sabe perfectamente que, para alcanzar una meta, el paso a paso es decisivo. “Mi camino es de transición, de evoluciones, de cambio constante, de adaptarme a situaciones nuevas constantemente”, me explica en exclusiva para Imparables.
Mantenerse en la zona de confort nunca ha sido una opción. Por eso siempre ha preferido probar cosas nuevas y tomar decisiones que podían esconder una oportunidad. Un trayecto que no recorre sola. “Hay gente que se ha volcado mucho para ayudarme en este proyecto. Es un camino y sigue siendo un camino”, valora Castellet.
Saber ver oportunidades de cambio donde otros no -por comodidad o pereza- es hoy una de las máximas para entender su trayectoria deportiva y vital. “Los cambios esconden la oportunidad de alcanzar un nuevo nivel y subir un nuevo escalón”, resume con sabiduría. Una mentalidad que ha mantenido, como tantos otros compañeros, durante los meses más duros del confinamiento.
Practicar snowboard exige una movilidad geográfica que la pandemia ha castigado duramente, pero ahora reconoce que es mucho más consciente de todo lo que experimenta y vive cuando está donde más le gusta estar: “Hemos aprendido a aprovechar cada momento en la nieve mucho mas que antes porque somos más conscientes de lo que significa estar en la nieve”, valora, y añade: “Solo pienso en conseguir mi mejor ronda porque igual esa es la última de la temporada”. Por suerte, quedan muchas rondas para ver cómo se desliza Queralt, quien destaca que su aprendizaje va más allá de la técnica y atañe a la montaña “para conocerla y aprender de ella”.
Queralt es una rider cuyo triunfo explica de forma fidedigna y sin florituras lo que el esfuerzo, entrega y el aprendizaje supone en la alta competición. Ella misma explica que de lo que creía que iba a ser su mayor obstáculo, ha surgido una mejor versión de ella. La pandemia es un momento de inflexión, como lo fue dejar de entrenar con su anterior entrenador. “Yo pensé que no había nadie mejor, pero ocurrió algo que no esperaba. Con Dani empecé a desarrollar otro punto de vista del snow que no conocía. Y no era mejor ni peor, sino diferente y eso es lo que necesitaba”, comparte.
Te invito a seguir conociendo un poquito más a esta increíble e imparable rider que ha alcanzado una de las cimas de nuestro deporte con una medalla de la que se siente abiertamente orgullosa. “Llevo mucho tiempo buscándola: hay logros que parecen caídos del cielo. Este no lo es: es puro trabajo. Soy totalmente consciente de lo que hay detrás”, resume. ¡Y nosotros! ¡Bravo, Queralt!