¿Qué nos transmite una raqueta de tenis antigua de madera?
Todavía es posible jugar al tenis con una raqueta de madera, de aquellas que los jóvenes McEnroe y Borg utilizaban en sus épicos duelos hace ya más de 40 años.
A nuestro alrededor, podemos encontrar una infinidad de evidencias del paso del tiempo; cuando encontramos un teléfono móvil de hace "sólo" siete años, ya nos damos cuenta de lo muchísimo que ha avanzado la tecnología desde entonces. Lo mismo nos puede suceder con la música, cuando escuchamos una canción del verano pasado y ya nos parece antigua o, incluso, cuando vemos una foto nuestra.
Si nos vamos al siglo pasado, esa sensación es mucho más acentuada, sobre todo cuando ponemos el foco en el mundo del tenis. No debemos olvidar que, hasta los años 80, las raquetas de madera eran habituales entre los mejores jugadores del mundo. Desde entonces, la tecnología aplicada en este ámbito ha evolucionado exponencialmente. Sin embargo, todavía es posible jugar al tenis hoy en día con una raqueta de madera, de aquellas que los jóvenes McEnroe y Borg utilizaban en sus épicos duelos hace ya más de 40 años. A continuación, vamos a ver qué sensaciones nos pueden transmitir esas auténticas reliquias de este deporte y las diferencias con una raqueta actual.
Características
Como antes hemos dicho, las raquetas de tenis han experimentado una evolución pasmosa. Si comparamos una raqueta de madera con una actual, de fibra de carbono o cualquier otro material sintético, nos damos cuenta de que no parecen ni de la misma familia.
Mientras que una raqueta antigua de madera presenta un peso que oscila los 400-450 gramos, una raqueta actual rara vez supera los 340 gramos. Los nuevos materiales no sólo aligeran la masa, sino que también permiten modificar las características de la raqueta de una manera mucho más sencilla, encontrando varias versiones de un mismo modelo, con diferentes balances, diferente rigidez, buena resistencia y un sinfín de características modulables que te permiten dar con tu raqueta perfecta. Las raquetas de madera tienen un reducido punto dulce, eran muy rígidas y delicadas, todo ello condicionado por el material empleado en su fabricación.
Experiencia de juego
Si todavía conservas una raqueta vintage de madera, puedes utilizarla sin problemas para jugar. No obstante, debes saber que al principio te va a costar trabajo acostumbrarte a ella. Puede ser una buena herramienta de entrenamiento, algo así como el Tennis Pointer, pero con más cabeza, con más peso y, por supuesto, con un cordaje. Es aconsejable no intentar movimientos demasiado bruscos, porque puedes llegar a lesionarte; recuerda que estas raquetas pesan considerablemente más que las actuales.
El hecho de jugar con una raqueta de madera te va a obligar a concentrarte mucho más en el golpeo, porque su diminuta cabeza y dificultosa maniobrabilidad te van a exigir lo mejor de ti. Olvídate del liftado y abre un poco tu empuñadura para controlar más la bola. Lo bueno de calentar con ellas es que, después, cuando vuelvas a empuñar tu raqueta habitual, vas a moverla con mucha más agilidad y vas a conseguir conectar golpes mucho más certeros.
Obviamente, no vas a jugar partidos con estas raquetas, pero, sin duda, merece muchísimo la pena viajar en el tiempo de vez en cuando y pelotear un rato con estos maravillosos artilugios tenísticos de otra época.