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LA MAGIA DEL TENIS

¿Por qué perdemos sensaciones con nuestros golpes de tenis?

Es una de las experiencias más frustrantes que puedes vivir en una pista de tenis, pero puedes detectar el problema y poner una solución efectiva.

¿Por qué perdemos sensaciones con nuestros golpes de tenis?

Desaprender o sentir que, después de practicar durante años una actividad que te apasiona, has perdido destreza o no eres capaz de hacerlo igual de bien, puede provocar bastante frustración y contrariedad. El tenis es un deporte en el que este fenómeno se puede dar con bastante frecuencia y, además, sin previo aviso.

Puede ser que estés jugando a un nivel increíble y que tu derecha corra extraordinariamente bien cuando, de un momento a otro, sin ni siquiera sentir presión, empieces a fallar bolas fáciles y sientas un bloqueo mental que te impide jugar como normalmente acostumbras. El problema en mayúsculas viene cuando ese bloqueo permanece y no eres capaz de canalizar tu tenis. A continuación, vamos a ver cuáles son los posibles motivos y de qué manera podemos reconducir esa situación adversa.

Causa

Cuando abordamos una cuestión, analizamos una situación u observamos un determinado panorama, no siempre lo vamos a hacer desde la misma perspectiva y sacando siempre las mismas conclusiones. Con el tenis pasa igual; puede ser que te hayas estado centrando en lo bien que lo hacías, en las bolas que metías y en los buenos golpes que conectabas, minimizando los errores. Sin embargo, de un momento a otro, por cualquier motivo o detalle, es muy normal que empecemos a prestar más atención a nuestros errores que a los aciertos. El bloqueo mental llega cuando sólo vemos los fallos y empezamos a darle tanta importancia que no somos capaces de desbloquearnos y sacar el tenis que realmente llevamos dentro.

Solución

Lo primero que tienes que hacer es no lamentarte, ni preguntarte de manera insistente y visceral por qué ya no juegas al tenis como antes, sin enfocarte racionalmente en la raíz del problema. Obviamente, si antes eras capaz de hacer un buen tenis y de conectar golpes certeros con regularidad y ahora no, debe haber una manera para volver a recuperar esas buenas sensaciones.

Puede ser que, en un momento dado, empezaras a fallar más por las condiciones de la pista, por el tipo de bola, por jugar ante un rival con un estilo incómodo para tu juego, por las condiciones climáticas... Hay mil factores que pueden influir en tu manera de jugar, incluso un comentario de alguien que te esté viendo jugar y que se te quede clavado en la mente. Lo cuestión es que, a pesar de fallar, no debes centrarte sólo en el fallo; también debes valorar lo que haces bien. También es cierto que no es posible pegarle todos los días a la bola perfectamente, tirando a las líneas, dominando y siendo agresivo. Está claro que es una sensación increíble, pero debemos ser conscientes de que, como antes hemos dicho, influyen muchísimos factores en este deporte y debemos estar preparados para cualquier cambio drástico de guion.

La esencia del tenis

Es complicado asimilar que, a pesar de practicar durante años esta disciplina y dominar todos los golpes, puedas encontrarte con situaciones de este tipo. Pero no te creas que esto te pasa a ti sólo; incluso a los mejores jugadores del mundo les pasa. El tenis es así y hay que aceptarlo si quieres aprender a disfrutar de él. Hay que valorarlo en su conjunto y aceptar sus luces y sus sombras, sin pretender hacerlo todo perfecto y sin lamentarse sistemáticamente ni prestar más atención a los errores que a los aciertos. En el momento en el que lo asumas de esa manera, entenderás que puedes tener un día rematadamente malo y que ello no tiene por qué implicar que el próximo será igual. Entonces, habrás aprendido a no bloquear tu tenis por haberte enfocado sólo en los errores, sino que concebirás el tenis como un fenómeno holístico.