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LA MAGIA DEL TENIS

¿Por qué motivo pierdes ante jugadores de tenis peores que tú?

Presta atención a las claves más importantes que debes tener en cuenta cuando enfrentes a un jugador de tenis con un nivel inferior al tuyo.

¿Por qué motivo pierdes ante jugadores de tenis peores que tú?

En la vida, a veces, dos más dos no suman cuatro; hay muchísimas situaciones en las que la lógica no siempre se impone y en tenis esto también sucede. Seguramente, en diversas ocasiones, te habrá tocado jugar con un rival con un juego notablemente inferior al tuyo y has terminado perdiendo.

Es frustrante verse por debajo en el marcador ante un jugador que no es mejor que tú, pero frente al que tu tenis no fluye nada. Todo eso tiene una explicación que vamos a intentar desgranar a continuación.

Exceso de confianza

Una de las sensaciones que puedes tener cuando te sabes holgadamente mejor que tu rival es exceso de confianza. En ningún momento se te pasa por la cabeza que vayas a perder ese partido y, antes de que empiece, ya imaginas que, al final del encuentro, el marcador va a reflejar una escandalosa ventaja a tu favor.

Esa actitud puede provocar que no te esmeres lo suficiente y que empiecen a aparecer errores que normalmente no cometes. Si tu rival, aun teniendo menos tenis que tú, se motiva y se deja la piel en pista, puede ser que no sientas la ventaja que esperabas en un principio y que empieces a fallar más de la cuenta. Al final, lo importante es afrontar cada encuentro con el máximo respeto hacia tu contrincante, y eso se traduce en dar lo mejor de ti sin importa a quién tengas al otro lado de la red.

Presión

También es posible que, al jugar contra un oponente peor que tú, sientas una imperiosa obligación de ganar ese partido. El miedo a perder por el qué dirán o, simplemente, el miedo a perder la confianza en tu tenis, puede provocar que te precipites o que juegues con el brazo muy agarrotado.

Recuerda que lo peor que te puede pasar por perder un partido de tenis a este nivel es nada. Juegas por el mero hecho de divertirte, hacer deporte y sentir la adrenalina de la competición, pero tu vida no te va en ello, así que relájate.

Falta de ritmo

No es lo mismo jugar ante un rival que le pega a la pelota y que te ayuda a mantener una cierta velocidad en los intercambios, que ante otro que te envía bolas sin fuerza, mal tocadas o cortaditas. Ante este panorama, es muy complicado jugar como te gustaría, desplegando tus mejores golpes y pegando a cada bola con la misma intensidad que si estuvieras jugando contra un jugador de tu nivel. Por eso, necesitas recurrir a otras estrategias que normalmente no llevas a cabo.

Falta de alternativas

La falta de alternativas tiene mucho que ver con lo que comentábamos antes, porque necesitamos una estrategia diferente. Es una buena idea probar otros recursos que nos permitan castigar los puntos más débiles de nuestro rival. Quizás, con adversarios de mayor entidad, esas tácticas no funcionan, pero sí pueden abrumar a aquellos que no tienen demasiada pericia raqueta en mano.

Por ese motivo, prueba con el saque y volea, varía los efectos de tu servicio con mayor frecuencia, varía las alturas de cada golpe y trata de no jugártela si no ves una situación claramente propicia para ello.