El techo del mercado ciclista en España, cada vez más alto

En este espacio llevamos ya tiempo hablando de este ‘boom’ ciclista con bastantes cifras y ejemplos. Pero en las últimas fechas ha salido un informe que nos da una perspectiva todavía más general. Me refiero al informe ‘El Ciclismo, ante su mayor puerto’ presentado por la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC), junto a Telefónica y elaborado por ‘2PlayBook’.

A lo largo del informe, se desvela que el gasto de los españoles en ciclismo ha seguido creciendo –esto fue hasta 2019, probablemente en 2020 la pandemia habrá tenido algún efecto, aunque no sabría decir en qué sentido-, lo que confirma que nuestro deporte sigue en buena forma en cuanto a aceptación.

Otro dato que me llama la atención es que prácticamente 21 millones de personas tienen ya una bicicleta y la usan, en sus distintas formas –sea para entrenar, trasladarse o lo que fuere-. Una cifra que representa el 44% de la población. Aquí entra en escena una pregunta: ¿Hay margen para que siga creciendo mucho más?

Pues habrá quien diga que sí, porque falta el otro 56%. Pero lo cierto es que ya se ha hablado varias veces de que el mercado de la bici debería empezar a notar, más pronto que tarde, una contracción. Por el momento no parece el caso. El informe refleja también que el 92 por ciento de la gente de entre 12 y 54 años sabe montar en bici, por lo que se puede pensar que todavía hay margen para seguir creciendo.

Más allá de eso, sí es cierto que el mercado ciclista ha conseguido ya en España una base muy sólida para mantener un alto nivel de actividad. Los usuarios también se han gastado, de media, casi 20 euros más en 2019 frente a la anterior referencia -2016-, en la que además ya había otro crecimiento del 30% con respecto a 2013. De media, más de 84 euros por participar en pruebas. Hablamos de un intervalo anual, por lo que serían unos siete euros mensuales.

De hecho, uno de los aspectos que señala el informe es la “democratización” de la bicicleta, de forma que el hecho de tener una se ha vuelto accesible para la mayoría de las familias de nuestro país –ojo, hablamos del simple hecho de tener una bici, no de marcas, modelos y gamas-, por lo que la consecuencia lógica es la extensión de su uso. Si en países como Bélgica, Colombia o Países Bajos el ciclismo es el deporte del pueblo, aquí en España lleva camino de serlo. Y no sólo nos referimos a los niños dando paseos por sus calles cercanas.

En definitiva, la RFEC se muestra triunfalista y asegura que el mundo de la bici vive “su mejor momento”. Personalmente, creo que todavía hay aspectos que trabajar para no ‘morir de éxito’. Se siguen necesitando escuelas, que salvo en el Norte se encuentran en una situación de agonía desde hace años. No sabemos si esos niños serán ciclistas profesionales en el futuro, pero seguro que trabajando con ellos tendremos buenos cicloturistas formados para ir en bici… y circular por la carretera. Cultivar el vivero ayudará, seguro, a conseguir un mercado ciclista que pueda renovarse en el tiempo.