Menos lobos, Caperucita
El pasado jueves, la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, acordaron incluir al lobo en el listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, es decir, que el canis lupus dejará de ser especie cinegética en España.
El pasado jueves, la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, acordaron incluir al lobo en el listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, es decir, que el canis lupus dejará de ser especie cinegética en España.
Los votos de Comunidades autónomas con menos población de lobos como Extremadura, Canarias, Baleares, Melilla, La Rioja, Castilla La Mancha, Cataluña y Aragón, fueron decisivos para que la medida, se llevará a cabo. Un despropósito, teniendo en cuenta que esas Comunidades apenas cuentan con lobos en sus territorios. Otras comunidades como Valencia y Navarra optaron por abstenerse, decisión mucho más acertada. En cambio, Andalucía o el País Vasco, apoyaron a las Comunidades donde existe mayor densidad con la especie que conviven con ella.
Para muchos, esta medida es una victoria. La cruda realidad es que el único derrotado es el lobo.
Si hace 40 años el censo de población de esta especie era de 200 ejemplares, lo que le convertía en especie en peligro de extinción, en la actualidad son más de 2.500 lobos los que habitan en el norte y centro de la península Ibérica. Convirtiendo a nuestro país en la segunda región europea con mayor número de lobos.
Y si, gracias a la actividad cinegética que una forma sostenible y para controlar su población, lleva años trabajando por la especie. De hecho, ha quedado sobradamente demostrado, que en las zonas donde su caza está permitida de forma moderada y sostenible, siempre con un exhaustivo control, ha hecho posible que las poblaciones de lobos se asienten y el número de ejemplares haya aumentado.
Solo se puede entender como una traición a la España rural por parte de los que han desarrollado la propuesta y la han votado, sin tener ningún tipo de conocimiento acerca del gran problema que representa el lobo para la ganadería extensiva. Traición cuyo resultado es sumar y sumar dinero de subvenciones que salen de nuestros bolsillos y colorear con cinismo sus banderas que solo les representa a ellos. Si, ellos son los ecologistas ASCEL, Lobo Marley o WWF. No nos equivoquemos, a ellos no les importa un “carajo” el lobo. Su interés es ser como caperucita roja, vivir del cuento a costa del lobo (y de todos nosotros).
Muchos de nosotros nos hemos aficionado a la naturaleza a través de los reportajes de El Hombre y la Tierra donde la especie era una de sus protagonistas. Y hablando de Félix Rodríguez de la Fuente, cuya figura han intentado usar muchas de estas organizaciones para lucrar su propio fin, como defensores a ultranza de la especie, fue él mismo que, hace décadas, promovió que el lobo fuera especie cinegética cuando la población era mínima en nuestro país.
«Buscar el consenso para que el lobo pueda habitar sin perjuicio para nadie». Elude Rodríguez de la Fuente.
Sin duda, es la mejor manera con la que Félix nos mostró cuál era el camino para la especie.
¡Feliz fin de semana!