El nuevo secreto de belleza de Georgina Rodríguez que ya es tendencia
La novia del Cristiano Ronaldo entrena su cintura dentro y fuera del gimnasio con una faja reductora que se ha convertido en parte de su outfit.
El corsé, esa prenda que trajo de cabeza a las féminas del XIX, ha vuelto y de qué manera. De la mano de las más potentes influencers y celebrities, la ‘faja’ de toda la vida parece que es lo más fashion del momento.
La gran impulsora de tendencias como el coutouring o las boxer braids, Kim Kardashian, ha sido también la encargada de actualizar el corsé y las prendas reductoras a la época de Instagram a la caza de la foto y las medidas perfectas.
La mujer con las curvas más prominentes del celuloide, sabía que nadie pasaría por alto su cintura de avispa gracias al uso de una faja reductora.
Una tendencia a la que rápidamente se apuntaron sus hermanas Khloé, Kourtney y recientemente Kylie, además de otras celebrities como Lindsay Lohan, Jessica Alba o Amber Rose, y de la que nació el “waist training”, moda que ya suscribe la pareja de Cristiano Ronaldo.
Waist training
El “waist training”, “tighlancing” o entrenamiento de cintura es un método que busca moldear la zona comprendida entre las caderas y la caja torácica con el trabajo de abdominales frontales y oblicuos realzando las curvas naturales del cuerpo femenino y consiguiendo esa ansiada figura de reloj de arena con la ayuda de un corsé o una faja que comprimen el contorno.
Hay varios tipos aunque a grandes rasgos podemos diferenciar los moldeadores, que son de material ligero y ayudan a que la silueta se vea más delgada, y los corsets o entrenadores de cintura que usualmente se usa en ocasiones especiales. Están construidos con un tipo de acero para maximizar la compresión y luego se aprietan con agujetas. Son estos últimos los que ya se empiezan a ver en los gimnasios.
Gio al poder
Georgina Rodríguez apuesta por ambas versiones. Si bien los moldeadores en su caso no pasan desapercibidos sino que forman parte de su outfit como una prenda más.
Estos famosos moldeadores de cintura, que en pleno 2020 todavía evocan los icónicos corsets que parecían extintos, se han convertido en la sensación para lograr una figura mucho más curvilínea.
La falsa creencia de que llevar prendas muy ajustadas contribuye a reducir cintura pervive anclada desde el siglo XIX, cuando el corsé se convirtió en la pieza clave del vestuario femenino. Pero apretarse la cintura hasta el límite o usar prendas muy ajustadas es desaconsejado por numerosos profesionales médicos, ya que se asocia a problemas graves de salud, pudiendo provocar dolor e infecciones urinarias, congestión venosa, problemas respiratorios o estreñimiento.
La práctica del "waist training” debe realizarse bajo supervisión, de forma progresiva y con diseños de faja o corsé de las especificaciones recomendadas.