¿Cómo puedo saber si tengo una lesión de menisco?
Aprende a conocer los principales síntomas de una de las dolencias más comunes dentro del mundo del tenis y recupérate de la mejor manera posible.
La práctica deportiva y las lesiones conforman un binomio imposible de separar; si haces deporte habitualmente, tarde o temprano aparecerán molestias físicas de cualquier índole. Por supuesto, hay personas más propensas a padecerlas por muy diversas cuestiones.
En el mundo del tenis, la lesión de menisco aparece con frecuencia, ya que las rodillas están sometidas a mucho esfuerzo, debido a la manera de desplazarse que requiere esta disciplina. El tenista suizo Roger Federer sabe bien los contratiempos que genera este tipo de dolencia. El menisco amortigua y estabiliza la articulación de la rodilla, por eso, para alguien que habitualmente practica este deporte es de vital importancia mantenerlo sano.
A continuación, vamos a ver los síntomas más evidentes de una posible lesión de menisco y de qué manera podemos tratarla.
Limitación de movimiento
Cuando nuestra rodilla está sana, la articulación se mueve suavemente cada vez que la flexionamos y extendemos. Cuando sufrimos un daño notable en el menisco, nuestro rango de movimiento disminuirá significativamente.
Bloqueo
Un desgarro de menisco pone en peligro la articulación de nuestra rodilla, por lo que flexionarla puede propiciar que los huesos alcancen la parte dañada del menisco y sintamos una desagradable sensación de bloqueo en la zona afectada. Si la rotura de menisco es muy grave, podemos presentar incluso dificultad para extender nuestra pierna por completo, lo que implica un serio contratiempo para el jugador de tenis.
Rigidez
Si contraemos una lesión de menisco, puede ser que sintamos una fuerte rigidez en la zona de la rodilla. Por ese motivo, puede que incluso caminemos con la pierna completamente estirada para evitar dolorosos pinchazos.
Dolor
Cuando sentimos un dolor intenso y continuado en la zona de la rodilla, puede ser un síntoma evidente de lesión de menisco. El dolor suele remitir al cabo de los días si guardamos el pertinente reposo.
Inflamación
Como también sucede en las demás lesiones relacionadas con tejidos blandos, es posible que tras una rotura de menisco podamos apreciar una inflamación en la zona de la rodilla. Si bien la inflamación debería desaparecer en cuestión de días, un tratamiento inadecuado podría prolongarla, reduciendo la movilidad de nuestra rodilla.
Tratamiento
Antes de optar por una solución quirúrgica, existen algunas alternativas más sencillas que también resultan efectivas; la utilización de bandas que sujeten correctamente la articulación de la rodilla, los medicamentos antiinflamatorios y las sesiones de fisioterapia y rehabilitación pueden ayudarte a evitar el quirófano.