El tenis es un deporte en el que, normalmente, en cada punto, suele haber un jugador que domina y otro que defiende. Sin embargo, esa tendencia es reversible en el transcurso del intercambio si conseguimos conectar un golpe que sea capaz de sorprender a nuestro rival.

Lo más frecuente es que el jugador que domina el punto mueva a su adversario de lado a lado para impedir que pueda golpear bien colocado. Una vez que tiene a su rival en esa situación, puede tratar de buscar el contrapié, sorprender con una dejada o subir a la red a cerrar el punto tras un buen golpe.

En ese contexto, cuando somos nosotros los que estamos bajo el dominio de nuestro rival, uno de los golpes que nos puede ayudar a recuperar el control del punto es la derecha en carrera. A continuación, vamos a ver algunas consideraciones importantes que deberíamos tener en cuenta a la hora de una buena ejecución:

Aspectos técnicos

Cuando impactas una derecha en carrera, tus piernas están, obviamente, muy estimuladas. El problema es que, cuando corremos, nuestros brazos también reciben estímulo del cerebro. Por ese motivo, muchas veces resulta complicado controlar el swing y el momento de golpeo cuando ejecutamos una derecha en carrera. En ese caso, necesitaremos entrenar la coordinación de piernas y brazos.

Aspectos tácticos

Uno de los principales errores que cometemos cuando golpeamos una derecha en carrera es la búsqueda del golpe ganador demasiado pronto. Es muy típico (a mí me pasa a menudo) que tratemos de conectar un winner de categoría ATP con una derecha en carrera desde una posición defensiva; pensamos que, de lo contrario, nuestro rival nos va a ajustar el siguiente golpe justo al otro lado de la pista y no vamos a llegar. Pero recuerda: estás jugando contra rivales amateur.

Lo mejor que puedes hacer cuando golpeas una derecha en carrera es buscar un golpe al centro de la pista, que no se quede demasiado corto. Desde esa posición, tu rival no va a poder abrir ángulos con tanta facilidad y, además, es un golpe mucho más seguro que buscar un golpe paralelo ganador o una derecha fuera-dentro.

Cuestiones mentales

Cuando golpeamos en carrera, solemos estar sobreexcitados por la tensión del punto y por la rapidez que requiere la dinámica del intercambio. En situación de defensa, tienes que correr mucho y dispones de poco tiempo para pensar y preparar tus golpes; de esta forma, no puedes pensar con claridad y puedes entrar en pánico.

En este contexto, es fácil que golpeemos excesivamente fuerte y no controlemos la profundidad ni la dirección de nuestra bola. Por ese motivo, es importante que sepamos separar cuerpo y mente; el cuerpo debe moverse a toda velocidad, pero la mente debe estar lo más relajada posible para no precipitarse ni incurrir en errores de cálculo.

En conclusión

Si consigues relajar tu mente sin bajar un ápice la intensidad física y tienes la suficiente paciencia como para no jugártela a la primera de cambio presionado por el pánico y el estrés, te convertirás en un rival capaz de revertir situaciones de desventaja en el transcurso de un rally.