Trofeo Bernabéu: 40 años entre el silencio
El pasado lunes se cumplieron 40 años de la final de la primera edición del Trofeo Bernabéu (Bayern 2, Ajax 0). Un trofeo ideado para honrar la figura de don Santiago Bernabéu de Yeste, con seguridad el mejor presidente de la historia del fútbol mundial. El hombre que consiguió con su legado que en el Mundial de Argentina de 1978 se guardase en la primera jornada un minuto de silencio en su memoria en todos los estadios. El club, cómo no podía ser de otra forma, no reparó en gastos y organizó un trofeo insuperable con cuatro participantes que convirtieron la cita en una pequeña Final Four de la Copa de Europa. Aparte del Madrid como anfitrión, jugaban el Bayern Múnich y el Ajax (los grandes dominadores del fútbol europeo de los años 70), así como el Milán. El majestuoso trofeo, con un peso superior a los 130 kilos, llegó a reposar en el hueco de una escalera de la Oficina de Atención al Socio del Bayern, pero tras denunciarlo la Prensa española ya se quedó en el museo oficial del club bávaro, que fue el brillante campeón de esa primera edición.
Todos los años se convirtió el Trofeo Bernabéu en el gran escaparate en el que el club de Chamartín presentaba los nuevos fichajes ante la afición. El Bernabéu se llenaba a reventar y se tomaba casi como un partido oficial. Los grandes del fútbol europeo y del resto del Mundo han ido apareciendo por esta pasarela de estrellas que siempre dieron lustre a los partidos. Pero de pronto, este verano el club, mi amado club, se ha olvidado de recordarle a su afición que el trofeo quedaba suspendido por las obras. Creo que con buena voluntad se podía haber jugado igualmente (en caso contrario no se podría haber jugado el Madrid-Valladolid de Liga), pero se nota que no hay sensibilidad en la institución ante un trofeo que deberían honrar y no arrinconar. Engordar el prestigio del Trofeo Bernabéu no es involucionista ni una cosa de nostálgicos como este servidor, es un acto de justicia para saber de dónde venimos. El club no se ha dignado a hacer siquiera una nota pública para informar de la no celebración del trofeo. Inexplicable. Los 40 años de la prestigiosa cita futbolística merecían más cariño y más tacto. La memoria de Bernabéu será eterna y nadie acabará con ella. Yo ya le he contado a mi hijo quién era Don Santiago y él se lo contará a mis futuros nietos, por lo que esa cadena humana (de padres a hijos) inmortalizará para siempre su incomparable legado. El Madrid debe rectificar y asumir que no ha actuado como debía. Puede hacerlo convocándolo el trofeo para el mes de diciembre, dado que ahí existen un par de fechas libres al no jugar la Copa del Rey el equipo hasta enero. Las obras no son excusa. Si se quitan los andamios para un partido de Liga qué menos que hacerlo para un Madrid-Bayern o un Madrid-Manchester United que recuerde al mundo entero que los madridistas estamos muy orgullosos del presidente que cambió nuestra historia (6 Copas de Europa y 16 Ligas le contemplan). La memoria hay que protegerla, cuidarla y honrarla. Jamás guardarla en el baúl de los recuerdos. El Trofeo Bernabéu es eterno. Le pese a quien le pese.