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LA MAGIA DEL TENIS

Ventajas y desventajas de la hierba natural en tenis

Repasamos todos los pros y contras que implica el hecho de jugar al tenis en una superficie tan delicada y exclusiva como la hierba natural.

Ventajas y desventajas de la hierba natural en tenis

Estamos en la recta final del torneo de Wimbledon que, como todos ya sabemos, se celebra sobre una superficie tan particular como la hierba. Siempre se habla de que si la hierba está lenta, está rápida, si no es buena para las rodillas y de otras sempiternas cuestiones acerca de este tipo de pistas.

Es extraño que cualquiera de nosotros tenga la posibilidad de jugar con una cierta frecuencia en pistas de hierba natural; sin embargo, no deja de ser interesante determinar cuáles son los pros y los contras que presenta este tipo de canchas.

Pros

  • La hierba es una superficie más suave que la pista rápida, por lo que jugar aquí no castiga con tanta dureza nuestras piernas.
  • La velocidad de la bola en césped es alta y, por tanto, los intercambios serán más cortos. En este caso, el cansancio físico aparecerá más tarde que en otras superficies más lentas.
  • El bote bajo que se produce en pasto, a diferencia del bote en otras superficies como la tierra batida, supone un gran alivio para nuestras extremidades superiores, ya que no será necesario que levantemos constantemente los brazos para golpear bolas altas.
  • Una caída accidental en hierba suele ser amortiguada por la propia superficie, por lo que no va a resultar tan lesiva como en las otras pistas.
  • El hecho de jugar en césped fomenta la versatilidad de tu juego, ya que el bote bajo de la pelota favorece la utilización de otros recursos, tales como la volea y los golpes cortados.
  • Las bolas y las zapatillas sufren un desgaste menor cuando juegas sobre hierba.

Contras

  • La hierba es la superficie que más se desgasta y, en consecuencia, en la que más cambian las condiciones de juego.
  • El bote en pasto sólo es regular cuando la superficie está prácticamente sin uso. Por eso, cuando transcurre poco tiempo, el bote se vuelve muy irregular; en consecuencia, pierdes timing y es más probable que golpees la pelota mordida.
  • Las articulaciones del brazo sufren bastante porque la pelota te llega a mayor velocidad y es común no impactar con el punto dulce de la raqueta.
  • Las rodillas se resienten, dado que el bote bajo te exige flexionarlas constantemente para poder entrarle bien a la pelota.
  • Cuando el césped está húmedo se vuelve muy resbaladizo y las bolas deslizan muchísimo más, por lo que practicar tenis se vuelve una auténtica tortura en cuanto caen cuatro gotas de lluvia.