¿Cómo podemos evitar en tenis las amargas dobles faltas?

No hay nada más frustrante en cualquier deporte o juego competitivo que conceder ventajas a tu rival sin que éste necesite esforzarse un ápice. En tenis, uno de los errores no forzados más dolorosos que existen es la doble falta.

Para incurrir en una doble falta, tan sólo hay que errar dos veces seguidas con el servicio. Por eso, la clave de esta cuestión reside en la fiabilidad de nuestro segundo saque.

Es conveniente que echemos un vistazo a dos publicaciones previas, El segundo saque define tu tenis más de lo que piensas y ¿Qué puedo hacer si quiero mejorar mi servicio? para que recordemos aspectos del saque que nos ayuden a entender mejor este artículo.

Existen innumerables motivos por los que podemos incurrir en estas imprecisiones. De esta forma, vamos a hacer una síntesis de los factores que más condicionan la comisión de dobles faltas y de qué manera podemos reducir esta fatídica estadística.

El lanzamiento de la bola

Es importantísimo que cuando efectuemos un servicio, ya sea primero o segundo, nos tiremos la bola con la altura y colocación exactas. Por eso, es muy importante que mecanicemos los movimientos y que lo convirtamos en un proceso automático que nos aporte la máxima seguridad en su ejecución.

Si cuando te lanzas la bola, sientes que vas a impactarla en una zona incómoda o tienes que modificar de manera forzosa tu forma de golpear porque la coordinación no es buena, vuelve a coger la pelota, bótala varias veces, céntrate en el servicio y vuelve a ejecutarlo.

Los efectos

Como bien sabemos, nuestro saque puede ser plano, cortado o liftado. El servicio liftado es el que más seguridad nos aporta; sin embargo, su aprendizaje es el más dificultoso. Una vez que domines el servicio liftado, ha de ser tu mejor aliado en caso de que no aciertes con el primer saque.

Si aún no has aprendido a sacar con efecto liftado, es preferible que optes por el cortado, ya que el plano es el que mayor riesgo implica.

Factores ambientales

Las condiciones climatológicas y el momento del día también influirán en nuestro servicio, a no ser que juguemos en pistas indoor (rara avis en España). El hecho de que el sol se sitúe en línea con la pelota, justamente en el momento de impacto, supone un deslumbramiento que reduce nuestra precisión. El viento también resulta molesto en el momento de efectuar un servicio, especialmente si nos lanzamos la pelota a una altura considerable.

La clave está en no quejarnos sistemáticamente de las circunstancias, sino adaptarnos a ellas; de lo contrario, prepárate para sufrir desconexiones mentales que propiciarán una aparición más frecuente de imprecisiones al servicio.

Confianza

La comisión de errores de cualquier índole siempre va a hacernos dudar; los que tengan una mentalidad más fuerte y una mayor confianza en su juego, dudarán menos que los que sean más frágiles en esta faceta.

Las dobles faltas suponen uno de los errores más frustrantes y que más desgastan la confianza en nuestro juego. No obstante, debemos tener siempre en cuenta que el servicio es el golpe que mayor complejidad entraña en su ejecución y que, por eso, cualquier mínima imprecisión puede suponer que la pelota se vaya larga o se estrelle en la red.

Si alguna vez te sientes mal o crees que eres el peor jugador del mundo por hacer numerosas dobles faltas, piensa que Marc Rosset, extenista suizo que llegó a ocupar el número 4 del ranking ATP, cometió 26 dobles faltas en primera ronda de Wimbledon 1995. Aunque no es lo habitual dentro del circuito profesional, existen multitud de ejemplos de este tipo que ponen de manifiesto que ejecutar un saque no es tan fácil como parece.