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PLANETA E-BIKE

Guerra de federaciones por el control de las e-bikes

La Unión Ciclista Internacional se rebela contra la Federación internacional de Motociclismo y su intención de organizar pruebas para bicicletas eléctricas.

Guerra de federaciones por el control de las e-bikes

El fenómeno de las e-bikes es imparable. Una realidad constatada a la que nos hemos referido en más de una ocasión en este espacio. Tan solo hay que prestar un poco de atención al incremento de bicicletas con asistencia que ruedan por los caminos para refrendar tal evidencia. Una explosión comercial y, por tanto, de intereses de lo más variados. Incluyendo deportivos, como se acaba de comprobar con la guerra abierta entre la Unión Ciclista Internacional (UCI) y la Federación Internacional de Motociclismo (FIM).

Hace tan sólo unos días, el máximo organismo internacional del deporte de la moto anunciaba la creación de una Copa del Mundo de enduro para e-bikes, con dos categorías dependiendo de la potencia de los motores eléctricos y a celebrar a una sola prueba a doble jornada, en Francia a los días 1 y 2 de junio. Su presidente, el portugués Jorge Viegas, alega que la FIM mantiene una larga relación con el mundo de la bicicleta, que las que utilizan propulsor eléctrico no son ninguna novedad y que, por tanto, se sienten legitimados para convocar pruebas de esta modalidad. Incluso anticipa que antes de finales de esta temporada se celebrará otra competición de carácter mundial para e-bikes.

La respuesta de la UCI no se ha hecho esperar y ha sido contundente. En un detallado comunicado de prensa, el organismo esgrime toda una serie de argumentos que pretenden poner en duda la potestad de la FIM para organizar competiciones destinadas a bicicletas con asistencia eléctrica. El principal motivo para defender esta postura es la consideración legal de las e-bikes, atendiendo a las limitaciones de potencia y velocidad que impone la Unión Europea, además de mencionar la necesidad de pedaleo para que el movimiento se produzca. Simplificando, para los responsables del ciclismo internacional las pedelec son indiscutiblemente bicicletas y, por tanto, no tienen cabida dentro de una federación que se responsabiliza del motociclismo.

La entidad ciclista va incluso más allá y no duda en catalogar como prohibida cualquier prueba internacional de e-bike que se organice fuera de su potestad. Y advierte de que todo participante en una de ellas se arriesga a medidas disciplinarias por parte de la UCI si cuenta con una de sus licencias.

El conflicto acaba de comenzar y su resolución no será sencilla. Personalmente entiendo la postura de la UCI desde el momento que las pedelec precisan de la intervención humana para su funcionamiento, desde aquí siempre hemos defendido que se trata de bicicletas con asistencia y no de motos. Dicho esto, parece evidente que la FIM no va a renunciar al potencial de esta modalidad sin defender sus intereses, habida cuenta de que la electrificación de la motocicleta será imparable en los próximos años.

Por ello, en mi opinión, la clave del pedaleo es determinante para definir competencias: si el vehículo se mueve sin aportación del deportista se trata de una moto, pero si necesita de la potencia del ciclista hablamos sin duda de una bicicleta. Aunque ya sabemos que eso de hacer las cosas sencillas y razonables no es precisamente lo que mejor trabajan los políticos. Y los federativos, también lo soo, no lo olvidemos...