Hace unos días la ministra de Sanidad presentó la nueva forma de etiquetar los alimentos y bebidas. Un método que ya se está aplicando en otros países como Francia.

Conocido como Nutriscore, consiste en utilizar un logotipo de 5 colores y 5 letras para clasificar los productos en función de su "calidad nutricional". Utiliza el color verde de fondo junto la letra A para productos con mejor calidad y desciende hasta el color rojo y la letra E.

Este método puede mejorar la calidad de la compra de las personas, algo que merece destacar teniendo en cuenta el desconocimiento que existe en cuanto a calidad de los productos y las artimañas que se utilizan en el etiquetado actual.

Polémica NutriScore

Sin embargo, este método ha creado revuelo en las redes y ya hemos visto algunas comparaciones entre diferentes productos que no han gustado a nutricionistas.

El problema principal es que compara productos del mismo tipo. Es decir, compara las diferentes bebidas azucaradas entre ellas, las diferentes marcas de yogures o las marcas de cereales para desayunar, siempre dentro del mismo grupo.

Comparando Coca-Cola con aceite de oliva

Eso implica que, una Coca-Cola Zero obtenga casi la mejor nota al compararla con su hermana la Coca-Cola tradicional, que obtiene la peor. Hasta aquí, puede parecer lógico.

Lo que sucede es que el aceite de oliva obtiene una mala nota al utilizar el criterio de la cantidad de calorías sin importar la calidad de las mismas.

El ser humano no es capaz de crear mejores alimentos que nos aporta la naturaleza.

La Coca-cola Zero, a pesar de contener menos calorías por 100g de producto que 100g de aceite de oliva, siempre será peor ya que ésta no aporta ningún nutriente.

El enfoque es simplista porque no todas las calorías son las mismas sin importar su calidad.